Giros inesperados en las tramas; puestas en escena grandilocuentes y, a veces, excesivas; atrevidos movimientos de cámara; constantes homenajes a películas del cine clásico o a maestros como Alfred Hitchcock… El cine de Brian De Palma es un gran festín visual. Títulos como Misión imposible, Doble Cuerpo o Los intocables de Eliot Ness han hecho las delicias de millones de espectadores, quizá porque conservan las esencias del cine de siempre, ése que te cuenta una historia envuelta en un gran espectáculo. «Nunca me planteo hacer una película al estilo De Palma cuando empiezo a rodar», explica. De Palma es un director que no se pone límites y, a lo largo de su trayectoria, ha abarcado tanto los thrillers como el drama; el cine de misterio y de terror; el género bélico, la comedia, el musical e incluso la ciencia ficción.
El 11 de septiembre cumplió 80 años y TCM quiere aprovechar esa efeméride para reivindicar su cine y recordar su figura. Todos los viernes del mes, a las 22,00 horas, se emiten algunos de sus largometrajes más recordados, como la policiaca Vestida para matar (1980), el thriller sobre la mafia y drogas Atrapado por su pasado (1993), la película de cine independiente Impacto (1981), la terrorífica Carrie (1976) y El precio del poder (1983).
De Palma nació en Newark, Nueva Jersey, pero creció en Filadelfia. De pequeño era un fanático de la física hasta que cambió de rumbo y optó por el teatro y el cine. Fue la modesta producción independiente Hermanas la que le brindó su primer gran éxito y en 1976 volvió a triunfar en todo el mundo con Carrie.
En 1982 estrenó uno de sus filmes más reconocidos: El precio del poder, protagonizada por Al Pacino y Michelle Pfeiffer. Y es que la presencia de grandes estrellas o de jóvenes intérpretes que terminan convirtiéndose en estrellas es otra de las características de su cine. En Los intocables de Eliot Ness (1987) está a Sean Connery, que ganó el Oscar a mejor actor de reparto, y a Kevin Costner y Andy García. En Corazones de hierro (1989), a Michael J. Fox y Sean Penn y en La hoguera de las vanidades (1990), a Tom Hanks, Melanie Griffith y Bruce Willis.
A sus flamantes 80 años sigue en activo. El año pasado estrenó Domino, un thriller de acción protagonizado por Nikolaj Coster-Waldau y Guy Pierce, y tiene dos proyectos más en cartera. Es un director admirado por su osadía visual y criticado por sus excesos formales. Nunca ha estado nominado a los Oscar, pero lo que nadie le puede negar es que es uno de los grandes referentes del cine norteamericano.