Recuento de ratos felices y malos toros

D. F.
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Las tertulias que organiza el Ateneo Taurino de Ciudad Real llegan al final con un balance agridulce

Recuento de ratos felices y malos toros - Foto: Tomás Fernández de Moya

La programación taurina de la Feria de Ciudad Real llegó a su final con una sensación agridulce, «veo la botella medio vacía y medio llena», apuntó el crítico taurino de La Tribuna, Rafael Zaldívar, quien señaló en el debe de la feria los fallos en tres de las cuatros ganaderías, «lo de Torrehandilla-Torreherberos fue una grandísima decepción», pero al mismo tiempo llamó la atención sobre el buen papel de algunos toreros, «Cayetano a un nivel muy por encima del resto», así como los detalles que se pudieron ver de los otros dos matadores del primer día, José María Manzanares y El Juli.

Zaldívar extiende sus elogios hacía Aníbal Ruiz, protagonista del segundo día de festejos.

El cronista taurino de La Tribuna intervino desde una mesa encabezada por el presidente del Ateneo Taurino manchego, Antonio Espadas, a quien flanqueaban además del cronista de este diario, el empresario del coso ciudadrealeño, Ángel Lillo, el crítico Luis Cantero; el cronista de Lanza, Julio César Sánchez; el aficionado Juan Luis Huertas; y el pregonero del ciclo taurino Víctor Dorado.

La mayoría de los asistentes, como parte de los espectadores que tomaron la palabra, coincidieron en la crítica por las ganaderías, pero al mismo tiempo elogiaron a la empresa por la buena elección de los carteles y, sobre todo, el acierto en las sustituciones por las diferentes bajas.

El elogio a Aníbal Ruiz fue general por su desempeño en la tercera corrida de feria, pero el diestro y otros espectadores se levantaron para defender a Manuel Blanco, al que algunos criticaron por «exhibirse» cuando dedico un solo de trompeta en la citada jornada.