Que la variante ómicron del coronavirus ha puesto a las administraciones y al sistema sanitario del país de nuevo contra las cuerdas es un hecho. Que llegamos tarde a nivel nacional para abordar esta situación es otro. Es por eso que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, solicitó este jueves en la XXV Conferencia de Presidentes autonómicos poner el foco en la movilidad, que para esta región ha sido el gran caballo de batalla, para controlar y ponerle freno a la expansión del virus en esta sexta ola.
«Si la situación se pusiera difícil yo reclamaría decisiones drásticas a nivel de movilidad» pronunció durante su intervención en esta reunión que se celebró de manera telemática, y que presidió Pedro Sánchez. Page añadió que ese control se debería ejercer tanto en las fronteras del país como entre las comunidades autónomas, porque consideró que en esta situación «las gotas son más gotas que nunca en un océano que no ataca la movilidad, que es el problema de fondo». En este sentido, se refirió al marco jurídico donde «habría que mejorar y mucho el escenario», citando además que en el caso de Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha «tengo la batalla perdida», consciente de que las decisiones que tuviera que tomar hoy «no serían para Navidad sino para Carnaval». Argumentó el jefe del Ejecutivo que si no se toman medidas contra la movilidad «es muy difícil que las medidas que tomamos de manera parcelada tengan eficacia».
Es por eso que demandó además «unidad» en el mensaje a trasladar a la ciudadanía pero también en las decisiones a adoptar frente a la «confusión jurídica» que han derivado en escenarios «más difíciles» para el Gobierno y para todos.
«La gente reclama cierta unidad» resumió, y apeló a una legislación «de alcance orgánico» para que tenga «potestad constitucional».
Fondo Covid
Del mismo modo, Page aprovechó su intervención para volver a reclamar la permanencia de un fondo para seguir afrontando el gasto extraordinario que requiere la lucha contra la pandemia, como es la vacunación, cuyo proceso «tiene un coste más allá de las vacunas». Por eso reclamó recursos «suplementarios» con «fondos adicionales que no sean canjeables ni intercambiables por otros», dijo.
También pidió no desligitimizar el proceso de vacunación con mensajes contradictorios porque «la vacunación es un éxito» y evita la gravedad de los contagios y de los casos.