Más de 1.400 'jueces' sin toga en casi 130 juicios

Pilar Muñoz
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Cumple un cuarto de siglo con opiniones encontradas y un debate abierto sobre la utilidad y la capacidad de ciudadanos legos de enjuiciar. En Ciudad Real sólo ha habido que repetir un juicio

Más de 1.400 ‘jueces’ sin toga en casi 130 juicios - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Entró en vigor hace casi 25 años con reservas, opiniones encontradas y un debate que sigue abierto. La Ley del Tribunal del Jurado cumplirá el próximo mes de marzo un cuarto de siglo con opiniones dispares sobre su funcionamiento y la capacidad de los jurados, ciudadanos legos en la materia con la facultad de declarar a una persona culpable o inocente.

En estos 25 años de Tribunal del Jurado se han celebrado en la Audiencia Provincial de Ciudad Real 129 juicios por esta ley. Los años con mayor número de causas enjuiciadas por un jurado popular (nueve titulares y dos suplentes) han sido 2004 con 11, 2001 con 10 y 2000 y 2013, con ocho cada uno.

La cifra se ha ido reduciendo y en el último ejercicio han sido cuatro los casos juzgados por personas legas en Derecho. Hombres y mujeres con diferentes trabajos: transportistas, hosteleros, maestras, enfermeras,  ingenieros, esteticistas,  albañiles, camareros, estudiantes, dependientes, psicólogos ... También, han formado parte de los jurados personas desempleadas, amas de casa, jubilados ...

La mayoría de las personas que han recibido una carta para el proceso de selección del Tribunal del Jurado han acudido a la Audiencia Provincial de Ciudad Real «asustadas» y «preocupadas» y diciendo de entrada que no creían que podían ser jurado. Así lo indican a este diario fuentes jurídicas, quienes añaden que a todas se les advierte de que no pueden negarse salvo por problemas o situaciones que han de probar. Han de presentar alegaciones y argumentar los motivos por los que no pueden ser jurado. Los casos  más frecuentes que se alegan son por incompatibilidad, incapacidad, enfermedad o cargas familiares.

Aunque al principio a casi todos les invada el miedo por la carga de responsabilidad que conlleva enjuiciar a una persona, los que acaban formando parte de un jurado, por regla general, califican la experiencia de buena.

Para ser jurado se requiere ser español, mayor de edad, saber leer y escribir, residir en cualquiera de los municipios de la provincia donde se hubiere cometido el hecho delictivo a enjuiciar y no sufrir discapacidad física o psíquica que impida el desempeño de dicha función. La lista de los aspirantes a miembros de un jurado popular se elabora «teniendo en cuenta el censo electoral vigente de la provincia y la previsión de los juicios con jurado», recuerdan a este diario fuentes judiciales. La Audiencia Provincial de  Ciudad Real elige de forma aleatoria a los jurados mediante un sorteo que se realiza cada dos años.

 De este modo, se selecciona el listado de las personas que pasaran a formar parte del Tribunal de la Ley el Jurado de la provincia para los dos años siguientes.

Llegado el día del juicio, las partes en el proceso (fiscal, acusaciones particulares y  abogados de la defensa) someten a los aspirantes (unos treinta) a varias preguntas para proceder a la elección de once personas, nueve titulares y dos suplentes. En todos estos procesos las partes suelen recusar a varias personas.

Por unanimidad. A lo largo del pasado año se celebraron en la Audiencia Provincial cuatro juicios con jurados, tres de ellos por asesinato. En marzo de 2019 se sentaba en el banquillo de la Sala del Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial un vecino de Torrenueva acusado de asesinar a su padre en 2017. Cecilio Álvarez Osorio fue condenado a 19 años, 11 meses y 15     días de cárcel por el asesinato de su padre la madrugada del 12 de marzo de 2017 en la calle Ranas de Torrenueva, donde le atropelló con «intención de matar», según consideró probado por unanimidad el jurado que le enjuició en la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Recurrieron la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que a últimos de 2019 ratificó la condena.

También en marzo fue juzgado   por la Ley del Tribunal del Jurado Manuel Yébenes por el asesinato de su mujer y de la hija de esta la mañana del 13 de febrero de 2017 en la vivienda familiar de Daimiel.

El jurado emitió un veredicto de culpabilidad y diez días después el magistrado presidente del Tribunal del Jurado le sentenció a 40 años de cárcel por el asesinato de su mujer, Ana Belén Ledesma, de 46 años y natural de la localidad albaceteña de Bienservida, y de la hija de ésta, Ana María Pérez, de 18.

El tercer juicio por asesinato fue  en julio. El jurado, formado por cuatro mujeres y cinco hombre, declaró a Antonio Santillana culpable del asesinato del director de Caixabank de la Solana. Fue un veredicto por unanimidad tras considerar probado que el empresario de Villanueva de los Infantes asesinó de dos tiros de escopeta al director de la citada sucursal en noviembre de 2016 a resultas de un crédito. Fue condenado a 25 años de prisión por la muerte del director y por amenazar a dos empleadas.

Sólo se ha repetido uno.

En los 25 años de Ley del Tribunal del Jurado sólo ha habido que repetir un juicio en Ciudad Real. En 2013 el Tribunal Supremo ratificó la nulidad del veredicto del jurado y la sentencia dictada por el presidente magistrado que absolvía a un médico procesado por un delito de omisión del deber de socorro o, lo que es lo mismo, se le acusaba de no asistir a un joven de 23 años que sufrió un desvanecimiento a causa de una dolencia cardiaca y murió a unos metros del hospital de Manzanares en febrero de 2008. El juicio se repitió con otro jurado y magistrado. El veredicto, unánime, fue de culpabilidad.

En los 25 años de Tribunal del Jurado, en la Audiencia Provincial se han celebrado 129 juicios con jurado popular, lo que supone que 1.419 ciudadanos (contando los suplentes) han enjuiciado a personas acusadas en su mayoría por asesinato u homicidio. Aunque también ha habido casos de accidentes de tráfico con resultado de muerte e incendios forestales.

Discrepancias. Y en 25 años de Tribunal del Jurado sigue siendo cuestionada su utilidad y la capacidad de enjuiciar de ciudadanos ajenos a la Justicia y las leyes y los atajos y estratagemas de los abogados. En ocasiones la defensa prefiere un tribunal formado por magistrados de carrera y la acusación particular se inclina por un jurado, y otras veces ocurre lo contrario, según el caso y lo que se defiende. Lo que está claro es que en Ciudad Real no ha habido problemas y sólo una vez se ha tenido que repetir un juicio.