Carea pide ayuda para instalar toldos en las nueve perreras

Ana Pobes
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La asociación, que gestiona el servicio de la protectora desde el año 1994, asegura que éste será uno de sus próximos proyectos para los que necesita unos 4.000 euros de inversión

Carea pide ayuda para instalar toldos en las nueve perreras

La Asociación Carea lleva gestionando la protectora de Manzanares desde el año 1994. Desde entonces «mucho es lo que ha cambiado» este servicio que desde hace cuatro años se ofrece en unas instalaciones «más amplias y modernas» como así comenta su presidenta Rosario Garrido. Ése ha sido uno de los muchos objetivos logrados en estos 25 años de andadura pero el reto se centra ahora en instalar toldos en las nueve perreras con las que cuenta la protectora con el fin de paliar a los animales de las altas temperaturas. Se trata por el momento de una de las necesidades «más urgentes» y para la que se calcula que se necesitaría una inversión de más de 4.000 euros, lo que supone unos 400 ó 500 euros por perrera. El propósito no es fácil, pues la protectora sufraga los gastos, principalmente pienso y atención veterinaria, con la aportación de donaciones, la cuota de los socios (20 euros al año), de lo que recaudan a través de las diferentes actividades organizadas (mercadillo, venta de camisetas, lotería, etc.) y del convenio suscito con el Ayuntamiento, por lo que piden el apoyo y la colaboración de los vecinos para poder  alcanzar otra de sus metas.  

Su labor en este cuarto de siglo ha sido, como no podía ser de otra manera, el cuidado y adopción de los animales, a los que se dedican en cuerpo y alma un total de ocho voluntarios. «Nuestra labor es muy importante, no solo para el pueblo de Manzanares, que no tiene perros abandonados, sino también  por el bien de los propios animales. Un ejemplo que deberían seguir otros municipios cercanos»,  comenta Garrido. Y fiel reflejo de su dedicación y trabajo es que al año facilitan la adopción de una media de 60 perros. En la actualidad, la protectora cuida y da cobijo a unos 80. Una cifra que Garrido califica de «muy buena» y que confían en ir superando, pues así, por ejemplo, el pasado mes de junio se realizaron diez adopciones en tan solo un mes. La publicación de imágenes e información en la web y el trabajo con asociaciones de Francia y Alemania van dando poco a poco sus frutos. «No damos un perro a todo el mundo, exigimos unos requisitos mínimos como la vacunación y el chip, gastos que corren a cuenta de la persona que va a adoptar. Buscamos unas condiciones para el animal y una garantía de que el perro va a estar mucho mejor en su nuevo lugar de adopción que en la protectora», argumenta su presidenta en declaraciones a La Tribuna.

Las razas de cachorros como el caniche y el jorsay son los más demandados, mientras en las razas más grandes los siguen siendo el pastor alemán, el labrador y el mastín. En este sentido, aunque el cuidado seguirá siendo su principal labor, desde la protectora se trabajará también para alcanzar la meta de instalar los nueve toldos en cada perrera tras haber destinado otra fuerte inversión en la instalación de un búnker para «evitar el robo de algunos animales como los galgos» y que supuso una inversión de 1.600 euros.