El laboratorio móvil de actuaciones especiales de la Comisaría de Policía Científica de Madrid se estrenó en Ciudad Real, concretamente en Valdepeñas en el caso de Rosana Maroto, en octubre de 2003.

El entonces comisario jefe de la Comisaría de Policía Científica, Carlos Corrales, se puso al volante del laboratorio móvil y en dos horas estaba en Valdepeñas, en la zona donde apareció el cadáver de la joven Rosana Maroto, asesinada y arrojada a un pozo cinco años antes por Gustavo Romero.

En junio de 2018 se cumplieron veinte años de la desaparición de Rosana cuando se dirigía en bicicleta a la casa de campo familiar de El Peral de Valdepeñas. En agosto de 2003 Gustavo Romero era detenido tras una denuncia por violencia de género y en octubre, tras ponerle contra las cuerdas, acababa confesando el asesinato de Rosana.

La Comisaría General de Policía Científica puso todos los medios de que disponía para la resolución del crimen, para atar todos los cabos y llevar al banquillo de los acusados a Romero con todas las pruebas para que fuera condenado. Por ello, no dudaron en desplazar el laboratorio móvil de operaciones especiales que se expone en la puerta del Museo de la Merced de Ciudad Real con motivo de la muestra que se ha inaugurado para conmemorar el vigésimo quinto aniversario de la creación de la Comisaría General de Policía Científica con sede en la capital de España.

Los vecinos de Ciudad Real tienen la oportunidad de ver el laboratorio, incluso subirse para contemplar su interior y el material de que dispone, hasta el 25 de enero,  último día que permanecerá abierta la muestra.

Aparte del citado laboratorio que se estrenó en Ciudad Real, en Valdepeñas, las personas que acudan al museo podrán observar el escenario de un crimen que han recreado para mostrar el trabajo que realizan los investigadores de Policía Científica.

En otras salas se pueden ver una cámara fotográfica de 1890 del sistema antropometrico de Bertillón y un maletín de identificación de la época que contrasta con otro más reciente que uno de los inspectores de la Brigada Provincial de Policía Científica ha utilizado para esclarecer el asesinato de una mujer a manos de su pareja en Puertollano el pasado jueves.

También se exponen lámparas de luz forense y sistemas de detección de huellas. La exposición recoge hitos como la incorporación del ADN a la investigación y presenta un futuro en el que ya se adivina la identificación facial y la inteligencia artificial, subrayó el comisario jefe de Policía Científica.

Para todos los investigadores de esta especialidad, el ADN ha sido y es clave en la resolución de numerosos hechos delictivos. En este contexto, los agentes de Policía Científica destacan también la identificación por la acústica forense en un homicidio cometido en Santander.