Qué le parece el nuevo gobierno? ¿Hubiese preferido uno sin una coalición con Unidas Podemos?

Lógicamente. Hubiera preferido solo el PSOE. Pero los ciudadanos han decidido que fuera así. El pueblo es quien manda. En abril tuvimos el ejemplo. Entonces no fue posible y ahora se han tenido que hacer ciertas cesiones.

¿Cree que al PSOE regional le puede pasar factura este Gobierno de coalición y también a Emiliano García-Page por su postura?

No porque los ciudadanos tienen cada vez más conocimiento de la política y saben diferenciar unas elecciones de otras y contextos institucionales y políticos diferentes. Teníamos una experiencia larga de elecciones pero en 2019, donde se han celebrado todas, los ciudadanos han votado diferente. Aunque en todas ha ganado el Partido Socialista. La radiografía es que los ciudadanos saben perfectamente discernir su voto.

¿No teme que el gobierno vaya más allá por las reclamaciones de los partidos independentistas?

Estoy convencido de que no. Se va a mover en el ámbito de la Constitución y de las leyes. No me cabe ninguna duda. En todo caso, los ciudadanos son conscientes de que si hemos tenido que conformar la investidura gracias a la abstención de Esquerra Republicana ha sido porque no ha habido responsabilidad por parte del PP y de Ciudadanos.

Evidentemente que el Gobierno debe cumplir la legalidad. Dentro de la Constitución también se permiten reformas del propio texto y consultas de referéndum.

No cabe más consulta que la que tiene que ver con la reforma de la Constitución y ésta requiere una mayoría perfectamente delimitada. Y cuando se refiere a un territorio, ya lo recogen los propios estatutos de autonomía, votación previa en el Congreso de los Diputados. No cabe otro espacio de decisión exclusivo de Cataluña que el de las de actuales leyes.

¿Y cuál es su postura?

No me parece mal que se busque una salida en la modificación del Estatuto de Cataluña para que la inmensa mayoría de catalanes se sientan más comodos, pero siempre dentro de la Constitución. Hay elementos del Estatuto que en su momento fueron recurridos por el PP y avalados por el Constitucional pero que, en cambio, sí se reconocieron en otros estatutos de autonomía. Creo que hay encaje, dentro de la Constitución, de reivindicaciones de algunos partidos independentistas.

¿Pero estos partidos reclaman la independencia a cualquier precio?

Es una quimera porque no se puede ir más allá de la Constitución. No hay mayorías suficientes para esto. Y no hay más margen.

¿Aboga más por un modelo federalista?

La declaración de Granada del Partido Socialista propone un modelo federal en el que necesariamente se pone el acento en los derechos de los ciudadanos independientemente del territorio y de donde vivan y éstos tienen una relación con el Estado de asignación de competencias. Y ese modelo, sin estar reconocido, ya funciona en la mayoría de España. Es una cuestión nominal. Las comunidades tienen un amplio grado de autonomía y de decisión. El 90 por ciento de las decisiones que afectan a la población de Cataluña se toman allí; un 5%, en España y el otro en Europa. Se trata de buscar el encaje de normalizar la convivencia entre catalanes y el resto del Estado.

En la ronda de negociaciones para conformar Gobierno se vio cómo hasta los pequeños partidos conseguían reivindicaciones ¿Ve viable un Ciudad Real existe?

Sinceramente no. Ese espacio lo ocupa el PSOE. Somos un partido regionalista y territorial. Verdaderamente somos el partido regionalista de Castilla-La Mancha. Nuestra prioridad siempre será nuestra tierra y nuestra gente más allá de que compartamos valores con compañeros de partido de otras comunidades.

¿A Emiliano García-Page no le puede pasar factura, desde el punto de vista personal y trayectoria política, su postura ante la creación del nuevo Gobierno?

No lo creo. Nos afiliamos al PSOE porque creemos en la igualdad y en la libertad. No somos una secta. Cada uno pensamos de una manera distinta y somos un partido muy diverso y plural. Y tiene que seguir siendo así. En ningún caso, no espero que el presidente del Gobierno o los futuros ministros vayan a tomar ningún tipo de decisión acomplejada por el hecho de que tengamos una posición diferenciada. Aunque pienso que hay más coincidencias de las que se expresan porque insisto que seguro que Pedro Sánchez hubiera querido hacer otro gobierno. Si le dan a elegir, seguro que preferiría haber sido presidente con la abstención de PP y Cs.  Ahora, una parte importante es recuperar esos puentes con estos dos partidos para que la legislatura sea también productiva en los consensos de este país y en las políticas de Estado, como por ejemplo, la PAC, las pensiones… A la fuerza ahorca, Sánchez lamentablemente ha sido presidente con la abstención de ERC y Bildu, cuando lo normal es que PP y Cs se tuvieron que haber abstenido.

Así lo defendió usted en su momento cuando lo solicitó el PP.

Efectivamente. Con la investidura de Rajoy fui un defensor de la abstención del partido no sin grandes críticas dentro de mi partido y compañeros. Ahora tengo la legitimidad para pedir y exigir al PP lo mismo. Lo que le ha ocurrido a Sánchez es que no le quedaba otra opción.

¿Unas terceras elecciones?

No era una opción.

Sánchez también dijo en campaña otra cosa.

Dijo que necesitaba una mayoría para no depender de los independentistas. Pero no la ha obtenido.

¿Le preocupa la coalición con Unidas Podemos?

 Tengo confianza y esperanza.

Es otra de las cosas que Sánchez dijo lo contrario de lo que ha hecho.

Pero no le ha quedado otra salida igualmente. No ha obtenido los votos necesarios.

Pero eso se sabía igualmente en la campaña.

O no. Porque en campaña hacemos planteamientos de gobierno y de propuestas para poder gobernar. No obtuvimos un resultado mejor. Y no queda más remedio que gobernar en estas circunstancias de la manera más optimista. Tengo confianza aunque reconozco que no estará exento de dificultades. Unidas Podemos tiene que hacer un camino de responsabilidad y de madurez institucional. Iba a saltar los cielos y ha entrado andando.

¿Peligra el pacto Ciudadanos-PSOE en la región y también en la capital?

No. Desde el punto de vista de la utilidad de los gobiernos, están funcionando perfectamente, aquí en la capital. Los concejales de un partido y otro están cómodos. Cs se equivocaría de estrategia porque se quedaría en tierra de nadie. No es conveniente mezclar asuntos regionales con nacionales y mucho menos locales.

¿Le preocupa la postura que tome la oposición?

Me preocupa el PP. Porque le doy una especial relevancia sobre el resto por considerarlo un partido de Estado. El problema que tiene el PP es Vox porque le está marcado la agenda,  los objetivos y la acción. Y eso es terrible. Si radicaliza para obtener votos de Vox, lo único que está consiguiendo es que voten a Vox. Debe ocupar su espacio, el de centroderecha, europeo y aislar a la extrema derecha, como hace la CDU en Alemania.