En febrero del año pasado, la parroquia de Santiago cerraba sus puertas para realizar una renovación de su parte más técnica, el cableado eléctrico, la calefacción y otros elementos que debían adaptarse a la normativa vigente, así como todo el solado. Era una obra prevista para un mes y medio y después tres pero que, entre necesidades arqueológicas y una petición a Patrimonio para cambiar la baldosa de tierra característica por piedra caliza, se fue retrasando. Ha sido un trabajo acumulado de 16 meses, en los que el templo más antiguo de la capital ha estado cerrado al culto y también a las visitas turísticas, que suelen entrar en el edificio para contemplar el artesonado o los murales. Esta semana se están dando los últimos retoques y la previsión es que el lunes, el templo reabra sus puertas. De hecho, este fin de semana está previsto que regresen las imágenes a su templo.

«Hemos reestructurado la calefacción, la megafonía y la luz», comentó el párroco Isidro García-Consuegra, como muestra de unos cambios internos que mejorarán el uso del templo, evitando, por ejemplo, interferencias que provocaba la electricidad en el sonido. En lo exterior, la imagen es muy similar a la que había, con el suelo de color barro, aunque sin las fisuras que el paso de los años había ido creando entre las baldosas y que provocaban suciedad y que manchas. Por este motivo otro aspecto que se ha hecho es mejor la solera, para evitar esos daños en el suelo, explicó Santiago Caballer, una de las personas que esta semana colaboraba en dar los últimos retoques, como la ubicación adecuada de cada foco en el interior del templo para resaltar los detalles.

La inversión total que se ha destinado a esta obra es cercana a los 180.000 euros, financiados por la parroquia, sin ayuda externa, e incluyendo obras realizadas también en el tejado y pequeños detalles sobre los que se tendrá que ahondar en próximas intervenciones como retoques en algunas columnas para evitar el deterioro. Hay que tener en cuenta que esta intervención es la primera que se realiza desde los años 80, cuando el templo adoptó la forma actual con unos trabajos que eliminaron las bóvedas y sacaron a la luz el artesonado del templo.

La parroquia de Santiago reabre este lunes - Foto: Pablo Lorente«Los fieles están deseando venir», explicó García-Consuegra, que estos meses ha estado dando los sacramentos desde el colegio San José y que ahora tras la pandemia regresan a su iglesia.