La operación especial de tráfico más «distinta» y «especial» que se recuerda en muchos años, como aseguró el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, echó ayer a andar en la provincia sin que la DGT realice el habitual cálculo aproximado de vehículos que recorrerán las carreteras durante las próximas horas donde sí habrá más de medio centenar de radares activos para controlar los excesos de velocidad que se puedan registrar.
En concreto, el listado con el que trabaja Tráfico incluye hasta 54 radares que permanecerán operativos, entre fijos y móviles, repartidos por 31 carreteras, desde los seis en la N-430, la más ‘poblada’ de radares a distintas vías de titularidad provincial donde se dispondrán controles de velocidad móviles aunque no habrá ninguno de tramo.
Como es habitual, el verano en la DGT se dividirá en cuatro fases: la primera, que se desarrollará entre el viernes 3 de julio y el domingo 5 de julio; la fase 2, del viernes 31 de julio al domingo 2 de agosto; la fase 3, del viernes 14 de agosto al domingo 16 de agosto; y la ‘operación retorno’, del viernes 28 de agosto al 31 de agosto. Durante esos periodos, no solo habrá radares vigilando: helicópteros; cámaras de control del cinturón de seguridad y del teléfono móvil móvil; drones, que reactivaron ayer mismo su actividad; y 15 furgonetas camufladas vigilarán los posibles incidentes en las carreteras, donde habrá más controles de velocidad, alcohol y drogas por parte de todos los agentes desplegados de la Guardia Civil de Tráfico.