La vacunación da resultados. Y mayo es un buen ejemplo de la efectividad que tiene la inmunización contra el COVID-19. De los más de 1.200 contagios confirmados por pruebas PCR en la provincia de Ciudad Real, según la base de datos que maneja el Instituto de Salud Carlos III, solo 24 se notificaron entre mayores de 80 años. Apenas el 1,9 por ciento de todos los positivos en un colectivo que a finales de abril estaba ya vacunado prácticamente al completo en Castilla-La Mancha. Desde que enero marcó el pico de positivos entre este grupo de edad, el más castigado por el coronavirus, con seis de cada diez fallecidos por SARS-CoV-2, las cifras de positivos han caído en picado. La tercera ola disparó los casos por encima del millar de contagios entre mayores de la provincia y cuatro meses después esa cifra es 45 veces inferior.
El Gobierno regional prevé modificar esta semana el decreto que regula las limitaciones en Castilla-La Mancha para seguir rebajándolas, toda vez que el proceso de vacunación «va muy bien». Eso se traduce en menos contagios y casos menos graves. Desde el mes de marzo no pisa un mayor de 80 años una UCI de la provincia de Ciudad Real y los casos que requieren de hospitalización en esas edades han pasado de casi 400 de enero a solo seis con los que se cerró mayo, según el Instituto de Salud Carlos III.
La enfermedad del coronavirus ha girado drásticamente en cuanto a las personas a las que afecta ahora. Tras una primera ola que se cebó con los mayores, pasó después a afectar a los ciudadrealeños de entre 40 a 59 años para terminar sumando en la actualidad más casos entre las personas que rondan entre los 30 y los 40 años y entre los adolescentes. Durante el último mes de mayo, el principal grupo de edad más afectado por los nuevos contagios fueron los nacidos entre 1970 y 1979, las edades en las que se centra ahora la campaña de vacunación en la región, seguido de los que tienen entre 30 y 39 años, para los que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page también anunciaba la pasada semana su inminente inmunización. Con ellos, también aparecen entre los principales afectados los jóvenes de 10 a 19 años, edades donde los efectos del COVID-19, sin embargo, pasan casi desapercibidos: desde el inicio de la pandemia no ha muerto ninguna persona menor de 20 años por coronavirus en la provincia y solo 58 jóvenes han tenido que ingresar en los hospitales en más de un año de pandemia, tres de ellos en la UCI, y el último que lo hizo fue en enero.
En total, hasta mayo, casi 5.700 personas tuvieron que recibir atención hospitalaria en cama convencional en la provincia desde el inicio de la crisis sanitaria a causa del SARS-CoV-2. Un total de 3.200 de ellos tenían más de 70 años. En mayo, sin embargo, esa cifra también bajó y fueron solo 77 los ingresos registrados en los hospitales de la provincia de todas las edades, uno de cada tres lo protagonizaron personas de 50 a 59 años.
progresa adecuadamente. A la espera de cómo pueda afectar la evolución de la variante india, más contagiosa y también más agresiva y que provoca ya transmisión comunitaria en Madrid, según la Consejería de aquella comunidad, la situación epidemiológica de la provincia marca una constante contención de positivos, hospitalizados y defunciones. Mayo fue el segundo mes con menos contagios desde el pasado verano, el segundo con menos ingresos en cama convencional también desde agosto de 2020 y el que menos defunciones anotó desde julio del pasado año: según el Carlos III solo una decena.