A pesar de que había mantenido durante semanas que la consulta ciudadana sobre la reforma de la Constitución se mantendría para el próximo 22 de abril e, incluso, planteó celebrar el referéndum en varios días para evitar aglomeraciones de gente, finalmente el presidente ruso, Vladimir Putin, cedió ayer a la lógica que impone el peligro de contagio por el coronavirus y decidió suspender el plebiscito. Y lo hizo con un alegato por la salud y la seguridad, declarando, en este sentido, una semana no laborable en todo el país para tratar de contener la pandemia.

«La absoluta prioridad es la salud, la vida y la seguridad de la gente. Por eso, considero que la votación debe ser trasladada a una fecha más tardía», aseguró el mandatario en un mensaje a la nación retransmitido por televisión.

En las últimas semanas, Putin se había enfrascado en una intensa campaña electoral para lograr la aprobación de las reformas constitucionales. En caso de que los rusos apoyen las enmiendas propuestas, el presidente podría presentarse a la reelección en 2024 y también en 2030, algo que prohíbe la actual Carta Magna.

«Debemos entender que Rusia, debido a su situación geográfica, no puede aislarse de la amenaza. Junto a nuestras fronteras hay países que se han visto gravemente afectados por la epidemia», señaló con gesto adusto. Dirigiéndose a los ciudadanos, reconoció que «contener totalmente» la entrada del coronavirus en territorio ruso es «objetivamente imposible». «Lo que podemos hacer, lo hacemos, es decir, trabajar de manera profesional y organizada, adelantándonos», afirmó.

El inquilino del Kremlin anunció un paquete de medidas sociales y económicas para ayudar a la población, la primera de las cuales fue declarar no laborable del 28 de marzo al 5 de abril, pero «con garantía de salario». «Es extremadamente importante contener la amenaza de una rápida propagación de la infección», indicó. El objetivo de dicha medida es «minimizar la velocidad» de contagio, explicó Putin, quien ordenó en enero el cierre de la frontera con China.

También anunció que todos los subsidios sociales se prolongarán «automáticamente» por medio año y pidió a los rusos que obedezcan las recomendaciones de las autoridades, que ordenaron el cierre de cines y lugares de ocio: «Créanme, lo más seguro ahora es quedarse en casa».