«Podemos tener otros 40 años excepcionales si queremos»

L.G.E.
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En su toma de posesión, Page se ha acordado de ausencias dolorosas como De la Cruz y Rubalcaba, ha preguntado si había ido Podemos y ha prometido no meterse en jardines.

«Podemos tener otros 40 años excepcionales si queremos» - Foto: Yolanda Redondo

Ha sido una jornada de celebración en el Palacio de Fuensalida. Pero en su discurso de toma de posesión, Page tuvo también un recuerdo para ausencias dolorosas, como la de su primera consejera de Fomento, Elena de la Cruz. «Nunca me había pasado, nunca se me había ido alguien a la otra vida desde mi equipo, nunca», confesó, «no sé si estamos preparados para la muerte, pero resulta doloroso ver cómo una persona con la que trabajas codo con codo se te marcha». 

También se acordó de Alfredo Pérez Rubalcaba y de que hace cuatro años quiso asistir a su toma de posesión, aunque al final no estuvo.  «Hace cuatro años me equivoqué y quiso estar conmingo», confesó, «no estuve ágil y atento, quiso estar, y de hecho era el primer invitado a tener aquí». Dijo que se ha arrepetenido en muchas ocasiones de que no estuviera en ese acto de 2015.

Quien sí estuvo entonces fue Pedro Sánchez. «Sí tenía empeño en que nos acompañara quien era jefe de la oposición», recordó. Ayer no estaba Sánchez en el Palacio de Fuensalida, pero para Page fue motivo de alegría... y no sean mal pensados. Aclaró que se alegraba porque su ausencia se explicaba por el hecho de ser presidente de España.  «Este es un acto de una autonomía y por coherencia institucional no puede estar», aclaró. Aprovechó para agradecer que por parte del Gobierno de España estuvieran tres ministros, la de Hacienda María Jesús Montero, la de Trabajo, Magdalena Valerio y el titular de Ciencia, Pedro Duque. 

Pasando calor en el Palacio de Fuensalida -y eso que el acto empezó pasada las 20:00 horas- estaban los máximos representantes de los partidos rivales de Page, PP y Ciudadanos. El presidente les agradeció su asistencia, pero se acordó también de quien faltaba. «No sé si está Podemos», apuntó justo antes de beber un trago de agua, «de haber estado habrían tenido asiento en la primera fila como miembros de Gobierno». 

«Tendremos otros 40 años  Los integrantes de Podemos podían haberse sentado en primera fila porque todavía el Gobierno está en funciones y han sido durante media legislatura socios del Ejecutivo con Page. A ese Gobierno le quedan horas, porque el presidente de la Junta ya avisó de que tardará poco en presentar a su nuevo equipo. «Les digo que mi objetivo fundamental es que el equipo que me acompaña sea de una honestidad contrastada, es la condición previa», avisó. 

No es la única advertencia que lanzó de antemano a los que formarán parte de su Gobierno. También les exigirá cercanía.  «Si la gente no puede moverse, quien se tiene que mover son los responsables públicos», recalcó, «lo hemos hecho, a costa de la espalda y de muchas horas sin la familia». También les pedirá humildad. «El político que trabaje para mí, que es trabajar para la región, y diga eso de ‘usted no sabe con quién está hablando’, se enterará», aseguró.   

Page dio asimismo algunas claves del método de trabajo que va a emprender en esta legislatura y que no se va a diferenciar del puesto en práctica los últimos cuatro años. «Si ha habido más votos a una política y a una forma de hacer política ¿qué hay que hacer ahora? ¿aventurarse? ¿meterse en jardines? ¿complicarle la vida a la gente?», se preguntó. En su opinión la gente ha hablado claro: «Yo no busco problemas. Tengo clarísimo que un Gobierno es juzgado por la capacidad que tiene de arreglarlos». Y defendió un modelo en el que «se siente cómoda la inmensa mayoría de la gente». 

Page destacó que Castilla-La Mancha tiene muchas ventajas respecto a otras regiones. «Tenemos la enorme ventaja de no dudar lo que somos y eso nos da tiempo», comentó. Apuntó que hay quien por estar pensando lo que son o no, pierden ese tiempo de pensar, por ejemplo, en el empleo. 

No fue una sorpresa que Page insistiera en que, a pesar de que España tiene mucha historia, sus mejores años han sido los cuarenta últimos. «¿Alguien puede decir en este país nuestro que no estamos en condiciones de asumir cualquier prueba con lo que asumieron nuestros padres y abuelos?», planteó. 

Y ese ejemplo lo pone para lanzar ánimos al futuro: «Podemos tener otros 40 años excepcionales, no si podemos, que poder podemos, es si queremos». 

 Page se acordó de su padre que fue encuadernador. «Su obsesión, aunque no lo decía, era ‘no me dedico a cuidar los libros, pero tú tienes que poder leerlos o incluso escribirlos’», confesó. De su madre, que estaba en el acto, dijo que tiene el «instito político» que él ha heredado. «Está pendiente de todo», comentó. De hecho, contó que hace cuatro años en una encuesta le valoró a él con un 10 y a Cospedal con un 5. «Me dijo que por qué tenía que hablar mal de nadie», comentó. Page también habló de su mujer («mi Dulcinea», dijo) y de sus hijos:«En mi vida no puede haber  días más importantes que cuando lso vi nacer».