La depuradora recibe 5.000 kilos de toallitas al mes

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La EDAR de Ciudad Real no ha incrementado los residuos de este tipo ni tampoco los asociados a la pandemia de covid19, como mascarillas y guantes, como ha ocurrido en otras ciudades

La depuradora recibe 5.000 kilos de toallitas al mes

La Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR, de Ciudad Real ha mantenido el mismo nivel de toneladas, en torno a cinco al mes, de residuos relacionados con las toallitas. Según Aquona, la empresa concesionaria de este servicio, durante el confinamiento no se ha incrementado estos desechos ni siquiera los materiales relacionados con la pandemia, como son las mascarillas y los guantes, como sí ha ocurrido en otras ciudades y plantas de depuración.

A juicio de la empresa concesionaria, los municipios de Ciudad Real, Miguelturra y Poblete, que depuran sus aguas residuales en la EDAR, se han concienciado de esta problemática gracias a las campañas de sensibilización que se han realizado meses atrás con charlas y talleres educativos de Primaria y Secundaria, asociaciones de vecinos y de mayores y con los más jóvenes.

Desde Aquona recuerdan que aun así, la EDAR recoge más de 5.000 kilos de toallitas al mes lo que genera un gasto de 12.000 euros al año en la gestión de las toallitas, al margen de las averías en equipos de la depuradora, entre otros problemas.

Del mismo modo, indican que la sustitución del papel higiénico de celulosa por las toallitas húmedas para WC sigue siendo una constante. "Un gesto, el de tirar la toallita al váter, que supone la principal causa de los daños en los sistemas de alcantarillado y depuradora, provocando atascos en desagües y plantas depuradoras".

La correcta gestión en la eliminación de los residuos de pañales, compresas, bastoncillos, toallitas húmedas, guantes, mascarillas… arrojándolos a la papelera y no al váter, «son claves para garantizar el desarrollo sostenible y frenar el cambio climático. De este modo contribuimos a conseguir el ODS 11, ‘Ciudades y Comunidades Sostenibles’, manteniendo la buena salud de nuestras conducciones e instalaciones, y al ODS 6 Agua limpia y saneamiento, con la preservación del agua», apuntan desde Aquona, donde recuerdan que aunque en los envases se pueda indicar la biodegradabilidad de este tipo de toallitas, «éstas no se degradan con la misma facilidad en el agua que lo hace el papel higiénico de celulosa». Así, después de diferentes estudios se ha comprobado que el papel higiénico se degrada en unos 30 minutos, mientras que las toallitas húmedas permanecen inalterables pasadas 48 horas. Eso provoca que sus fibras se aglutinen formando grandes madejas que atascan colectores, bombas, valvulería y demás equipos que aparecen en los sistemas de alcantarillado y depuración, «suponiendo un elevado coste extra en estas instalaciones».

 Aquona continuará con las campañas de concienciación a través de las redes sociales, concretamente del canal de Twitter @InfoAquona, lanzando tuits informativos con periodicidad semanal a través de los que tratarán de mostrar todos los problemas descritos anteriormente. A través de estos tuits también se dan consejos para un buen uso del agua, del WC y de las toallitas.