Creer, crecer y exigirse aún más

La Tribuna
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El Viña Albali Valdepeñas comienza la segunda vuelta a lo grande y sigue buscando un techo que cada vez parece más elevado

Los jugadores del Viña Albali celebran el triunfo ante el Jaén. - Foto: ACP FS Valdepeñas

Nadie es capaz en la actualidad de ponerle límites al Viña Albali Valdepeñas. ¿Dónde está su techo? ¿Hasta qué puede aspirar? ¿Cuánto tiempo más va a seguir en esta línea? ¿Qué será capaz de hacer en la Copa de España? ¿Y en un posible play off por el título? Son preguntas que se han ganado el derecho a hacerse jugadores, técnicos, directiva, afición... Primero fue la permanencia, después la Copa, ahora el equipo es tercero a un solo punto del Barça y a cuatro del Movistar Inter, superando en la clasificación a ElPozo, Palma, Osasuna, Levante, Jaén... Siete victorias consecutivas, una afición volcada, un fichaje de invierno recién llegado... Es para ilusionarse. 

El equipo de David Ramos lo volvió a conseguir el domingo contra el Jaén (5-3), comenzando la segunda vuelta a lo grande y pensando ya en su próximo compromiso contra Ribera Navarra en Tudela. Fue un partido como se esperaba, tenso, igualado, apasionante y emocionante. Tras una primera parte entretenida pero sin goles, tras el descanso llegaba la sal y la pimienta con los tantos de Chino (2), Cainan (2) y Buitre. Tres puntos más en el casillero de los vinateros, y van 34, cuando en todo el curso pasado sumó 22.

David Ramos ya no esconde el cambio de discurso. «Tres puntos para seguir creyéndonos fuertes, y más ante un rival de la entidad del Jaén», decía el madrileño al término del partido, y anunciaba que quiere más, que va a pedir a los suyos «seguir creciendo» porque en esta segunda vuelta «nos vamos a exigir más ante equipos de mayor nivel». El entrenador del Viña Albali celebra que el equipo se está «ganando el respeto de todos los rivales», confirmándose ya al cien por cien como la gran revelación de esta temporada 2019-2020.

Cainan de Matos, con dos goles, fue uno de los destacados de esta victoria contra el Jaén. El brasileño apostaba por «seguir así, partido a partido», y se quedaba con todo el calor sentido desde la grada, con «la mejor afición de España y del mundo, porque no he visto nunca nada igual». No en vano, el brasileño definía como «una locura» jugar en Valdepeñas.