El gremio de los economistas lo tienen claro y asegura que 2020 es un año perdido, aunque espera que el PIB español vuelva a recuperarse en 2021, sin embargo la rapidez dependerá de la respuesta que se dé desde el Gobierno y las instituciones europeas.

«Los economistas hablamos de movimientos en V, U o L, letras que representan el grado de rapidez con el que la economía se puede recuperar», explicó ayer el profesor de Estudios de Economía y Empresa de la UOC Enric Serradell López.

«Salvo que haya un milagro a corto plazo, como una vacuna de administración inmediata, yo descarto una recuperación en V, que es la más rápida. Probablemente iríamos a escenarios de más largo plazo», añadió Serradell, que considera que este año hay que darlo por perdido en términos económicos.

En su opinión, la recuperación dependerá del impacto que tenga en cada país la producción, el consumo y el turismo, que en el caso de España es especialmente importante, ya que este último sector -que es el principal motor de la aconomía- «supone 150.000 millones y más de 2,6 millones de puestos de trabajo y representa el 12,3% del PIB».

El profesor de la escuela de negocios EAE Juan Abellán consideró, por su parte, que la recesión será breve pero también descarta una recuperación en forma de V, es decir, inmediata, y se inclina por una mejoría en U, aunque la base de esa U figurada será más estrecha o más ancha dependiendo de la rapidez con la que se reactive el consumo interno y la demanda externa.

A su juicio, la paralización de la actividad a causa de la epidemia va a tener como consecuencia un incremento del déficit y una contracción del PIB de España para 2020 de un punto, mientras que en 2021 se volverá a crecer con fuerza.

«Tendremos que dejar la eterna discusión de si más déficit o menos déficit y al final esto tendrá que ir a una política fiscal común que es lo que esperamos muchas personas», añadió.