Indagan en los 17 años de dominio almohade de Alarcos

Hilario L. Muñoz
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Los investigadores íberos realizarán, por primera vez, un análisis del subsuelo con un instrumento geofísico

Indagan en los 17 años de dominio almohade de Alarcos

Investigadores de la UCLM volverán a Alarcos el próximo mes de septiembre para realizar dos excavaciones en los dos grupos que vienen trabajando en el yacimiento desde hace años. La semana pasada se concedieron las subvenciones de excavación por parte de la Junta de Comunidades para estas dos campañas que serán de corta duración, unas semanas como mucho y que analizarán la vida de los antiguos pobladores tanto íberos como medievales.

Por una parte, el grupo medievalista centrará su análisis en el cementerio almohade que existe en Alarcos. Se trata de una construcción que se cree que data de un momento muy determinado, los 17 años que hubo ocupación almohade, desde julio de 1195 cuando las fuerzas de Alfonso VIII pierden el castillo hasta el año 1212 en que las fuerzas cristianos la recuperan. Se trata de un asentamiento pequeño pero muy bien datado y que con el apoyo de una antropóloga se analizará para comparar los restos que se encuentren con los de la fosa de la batalla. De este modo se podrá comparar la vida de un soldado en el siglo XII con la de un civil, expuso el investigador Antonio de Juan.

«Habíamos empezado a ver el cementerio por fuera pero ahora vamos a excavarlo», dijo De Juan, quien aseguró que «se intentará por todos los medios hacer la comparación analítica» entre ambos tipos de ciudadanos. De Juan recordó que hubo una excavación hace unos años, en el momento de la limpieza del entorno del castillo, cuando se encontraron una serie de infraestructuras y que se pensó en un primer momento que eran sillares de obra pero al limpiar bien se descubrieron los enterramientos. «Son un tipo de tumbas, llamadas macabrillas y lo que vamos a hacer es desmontar algunas para poder mirar en su interior y hacer el estudio antropológico de sus restos», dijo el investigador.

La creencia de que sea el cementerio de esos 17 años de dominio almohade hace pensar que los árabes utilizaron el castillo para su población. «Pensamos que son del contingente que debía estar en el castillo y que debía funcionar como una guarnición con parte de la familia», dijo De Juan, con la esperanza de certificar y comprar los datos analíticos de huesos y restos almohades con los que hemos excavado ya en otros sitios y la fosa de la batalla. Hay unas 20 ó 30 tumbas aunque se desconoce si pueden ser más. Se trata de ver «el tipo de alimentación y de vida» como ocurrió en la fosa de la batalla donde había gente «entre los 16 y 35 o 40 años, en edad de portar armas, que comían carne de forma abundante».

íberos. Por su parte, el grupo íbero cuenta con un proyecto denominado Nuevos enfoques en la investigación del Oppidum. La intención es excavar en septiembre en la zona Ibérica, donde se encuentran las viviendas y que se encuentran desarrollando desde hace años. La novedad será que hay intención de realizar «una prospección con un aparato geofísico y encontrar estructuras sin necesidad de excavar», argumentó el profesor de la UCLM Javier Morales. «Es un encargo que haremos a un equipo de investigación de la Universidad Complutense, que tiene este equipo, para hacer un estudio de carácter geofísico y ayude a entender qué puede haber a parte de lo visible», dijo Morales. De este modo esperan organizar la excavación de las futuras campañas mejor, al ver cómo es la disposición de estructuras en el entorno.

Se trata de la primera vez que se emplea un equipo de ese tipo en la parte íbera, aunque ya se había utilizado en otras zonas del yacimiento. Morales recordó que al ser vivienda ibéricas debajo de las medievales hay una difícil excavación. Uno de los objetivos es ver hacia dónde se dirige un suelo hallado hace años con piedras calizas para continuar con su excavación.