«Intento que cada obra sea distinta a la anterior»

D.A.F.
-

El dibujante y pintor ciudadrealeño expone en la galería Artem 'Dicotomía quimérica'

«Intento que cada obra sea distinta a la anterior» - Foto: Tomás Fernández de Moya

Dibujante y pintor, Paco Carrión expone en la galería Artem de Ciudad Real una muestra titulada Dicotomía Quimérica, en la que da un amplio repaso a su trayectoria artística con 26 obras y en la que atestigua su creación desde Barcelona y Ciudad Real.

En estas obras hay mucha ironía, ¿es una constante en su pintura?

El humor forma parte de mí. Cuento cosas con imágenes, con contrastes que hacen gracia, escenas que son dignas de ser contadas con humor. Por ejemplo, tenemos ahí a un papa predicando en el desierto montado en una bicicleta y en el que la religión está perdiendo terreno con esos nuevos paganos digitales. Eso me lleva a una reflexión sobre la soledad papal, por ejemplo. Otra obra es un Autorretrato mental, una obra de 2019, mientras que el cuadro más antiguo es de 1987, de modo que la exposición es una retrospectiva. Pero casi todos están pintados en mi etapa de Barcelona, del año 2000 al 2010, aproximadamente.

¿Cómo surgió esta muestra?

No responde a la idea de montar una exposición ex profeso con alguna temática, sino que es una retrospectiva de muchísimas épocas, cuadros que están pintados en Ciudad Real, otros de Barcelona... He podido ahondar en unos tiempos convulsos y horrendos a muchos niveles. Este pandemonio podía explicar mi situación perfectamente.

¿Cómo de diferente es Ciudad Real con respecto a Barcelona en materia de arte?

Barcelona es una ciudad de nivel mundial, puedes asistir a exposiciones, conciertos, presentaciones; cada día se convocan un sinfín de cosas tan grande que si solo fueras a visitar las cosas que se hacen, no te llegaría el tiempo; en cualquier barrio hay dos o tres exposiciones: hay charlas, convenciones... Evidentemente, si lo comparas con Ciudad Real, que es una ciudad pequeña, es otro nivel. Aquí hay gente que a pesar de las condiciones tan difíciles que hay para la pintura, siguen exponiendo. Todo es necesario.

¿Qué le ha dado una ciudad y otra?

Me han dado todo lo que tenían, porque me he sentido conquistado de alguna manera. Todos los sitios por los que pasan te dan y te quitan cosas, pero me quedo con lo positivo. Me han dado ser como soy: nací aquí, estudié aquí, luego estuve estudiando en Madrid y en Cuenca. Me fui a trabajar a Barcelona y siempre lo he hecho de mi arte, afortunadamente.

Puesto que se trata de una exposición retrospectiva, ¿cómo ve su propia evolución artística?

Claro que hay una evolución, pero al mismo tiempo la veo muy unitaria en mi estilo. Hay artistas en los que ves que tienen un periodo absolutamente distinto a otro. Jamás he hecho eso, pero intento no repetirme nunca. Cuando hago un cuadro, intento que sea totalmente distinto al último que por medio de ponerme nuevos retos y crearme una nueva dificultad. Eso produce una evolución, claro. Algunos de los autorretratos que tengo del principio de los 90 no tienen nada que ver con el último que he hecho.

¿Qué efecto está teniendo la pandemia en el mundo del arte?

Es devastador. En lugar de recortar en muchas cosas menos necesarias se está recortando en cultura. Los artistas están luchando contra la marea. Están cayendo sitios que era impensable que lo hicieran hace pocos años. El otro día anunciaron que se traspasa el Pachamama, un sitio que era una referencia en conciertos, reuniones, actividades... Sin embargo, tiene que cerrar. Otras cosas están siendo apoyadas y no son tan relevantes. Es un ejemplo de actitud ante la cultura y el arte, cuando en realidad son necesarios, si no, estaríamos al albur de la cruda realidad, cuando la literatura, el arte, el teatro, la música, el cómic... son necesarios para sobrevivir.