Los horarios acrecentan el impacto económico del festival

A. Criado
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El Festival de Almagro ha superado el ecuador de su 42 edición con un resultado «muy positivo» para el sector hostelero, que mantiene el 100% de ocupación los fines de semana y ha tenido que reforzar sus plantillas en bares y restaurantes

Los horarios acrecentan el impacto económico del festival - Foto: Rueda Villaverde

El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha superado el ecuador de su cuadragésimo segunda edición con un resultado «muy positivo» para el sector hostelero, que mantiene el 100% de ocupación en sus alojamientos durante los fines de semanas -las noches de viernes y sábado- y ha tenido que reforzar sus plantillas en bares y restaurantes, especialmente los más próximos a la plaza Mayor, centro neurálgico de la localidad del encaje. Así lo subraya a La Tribuna el presidente del Centro de Iniciativas Turísticas del Campo de Calatrava y propietario del restaurante Abrasador, Plácido Núñez, que vincula el incremento del impacto económico a los cambios introducidos en la gestión de este evento en los últimos años, sobre todo en lo que a la ampliación de horarios se refiere. Núñez explica que con el horario unificado de las representaciones a las 22.45 horas, la actividad hostelera se concentraba en «poco más de una hora». Desde hace unos años, la programación de funciones a las ocho de la tarde en el Teatro Municipal y la Antigua Universidad Renacentista (Aurea) se ha traducido en «más movimiento y ambiente en las calles durante más tiempo, especialmente los fines de semana, y eso se  ha trasladado a los locales». También existe una mayor oferta de espectáculos durante toda la semana y no sólo de jueves a domingo, lo que ha provocado que muchos bares y restaurantes hayan tenido que contratar  a más personal para este mes de julio, «una o dos personas de media por establecimiento». El negocio hotelero mantiene la misma tendencia de los últimos años, colgando el cartel de completo las noches de los viernes y sábados y con una ocupación media que oscila «entre el 60% y el 70%» el resto de la semana. El presidente del Centro de Iniciativas Turísticas del Campo de Calatrava sostiene que este porcentaje podría ser incluso superior, si no fuera por el «intrusismo» provocado por la proliferación de apartamentos o pisos turísticos, «muchos de ellos ilegales», que han elevado el número de camas a cerca de 2.000 en la localidad. Agrega que establecimientos de municipios vecinos como Bolaños, Granátula o Valenzuela también se benefician en julio del tirón del festival. En una línea similar se expresa Celestino González, director de los hoteles Retiro del Maestre y Maestrazgo de Calatrava, que destaca también el buen comportamiento que están teniendo desde hace tres o cuatro años las reservas para los domingos. «La mayoría son turistas de provincias cercanas, como Toledo o Albacete, que aprovechan que las tarifas son más bajas para asistir a las representaciones del festival y regresar a sus casas a primera hora del lunes», señala. González subraya la capacidad de absorción de turistas que tiene Almagro, con un mayor número de camas disponibles cada año, aunque denuncia que muchos de los nuevos alojamientos «no están dados de alta», una economía sumergida que «hace mucho daño y no aporta nada». El empresario explica que los 15 primeros días del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro «suelen ser los mejores», que la tercera semana «flojea» y la última «cuesta vender», ya que a partir del 15 de julio, lo que prima es el turismo de playa.