El teatro asume el reto de ensayar sobre seguro

Diego Farto
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Tomas de temperatura, máxima separación, mascarilla obligatoria y posiciones marcadas en el suelo son algunas de las medidas adoptadas por las compañías que trabajan en sus locales

El teatro asume el reto de ensayar sobre seguro - Foto: Tomás Fernández de Moya

A pesar de las dificultades, el mundo del teatro sigue adelante y si bien todavía hay muchos grupos en la provincia que tienen sus proyectos congelados a la espera de momentos mejores, otros ya se han puesto manos a la obra. Las compañías se encuentran con problemas para ensayar a causa de la pandemia, a veces por el cierre de los locales en los que habitualmente trabajan y en otras ocasiones por la prevención de los propios integrantes, sobre todo cuando se trata de grupos aficionados.

En Ciudad Real está en fase de ensayo la obra Ocho mujeres, de Robert Thomas, un montaje de la compañía Artisquetas, formada exclusivamente por actrices con la dirección de Alvar Vielsa. Los ensayos se realizan dos días a la semana en el estudio del director, al que acuden presencialmente las actrices que intervienen en la escena en la que se trabaja ese día, todas con la mascarilla puesta, mientras que las que están exentas de acudir presencialmente siguen el desempeño de sus compañeras por una videollamada en grupo.

El teatro asume el reto de ensayar sobre seguroEl teatro asume el reto de ensayar sobre seguro - Foto: Tomás Fernández de MoyaVielsa reconoce que la planificación de los ensayos «se fue haciendo sobre la marcha», puesto que el proyecto ya había comenzado cuando llegó la pandemia. Inicialmente, se estaban desarrollando en la sede de la Asociación de Vecinos de la carretera de la Fuensanta, «ahí nos podíamos reunir las diez personas que somos, pero ahora nos ha afectado esa reducción a seis personas», además del cierre de los centros cívicos y sociales. «Son un trabajo más de mesa que de ensayo físico», resume.

Una de las actrices del grupo, Míriam Ruiz, reconoce que ensayar de esa forma «es más complejo, pero también es un reto, es reinventar el teatro». Los ensayos se centran así «en la actitud y en la voz», mientras se piensa cómo resolver «la necesidad de ser cómplices con algún gesto», lo que ahora se reduce «a mirar fíjamente a los ojos».

Uno de los primeros grupos en volver a la actividad fue la compañía de Argamasilla de Alba Primer Acto, que lo hizo desde que se levantó el confinamiento tras el primer estado de alarma, en mayo. «Ensayábamos con máscarillas y pantallas protectoras y con mucha precaución», detalla la directora, María Eugenia Moya. El montaje seleccionado para esta vuelta fue Tres, una comedia de Juan Carlos Rubio, protagonizada por tres mujeres y un hombre. 

Moya recuerda, además, que sus tres compañeros sobre la escena «habían pasado el coronavirus» antes de volver a los ensayos;ella fue la única que se libró del contagio. 

La directora detalla que desde el mes de mayo han realizado «las mismas actividades de siempre, incluso hemos participado en un intercambio entre comunidades a través de la Confederación Nacional Escenamateur». Esta actuación se realizó en Asturias y «se completó el aforo que tenían con las restricciones vigentes», precisa la directora de Primer Acto. Moya es también reivindicativa: «La cultura es segura y hay que potenciarla, porque también es una industria que no solo alimenta el alma, sino a muchas otras empresas», recuerda.

Tres ciudades. Más compleja es la realidad de la compañía Rompehielos, especializada en grandes musicales y con sede en Daimiel. Primero se vio abocada a dividir sus ensayos entre Ciudad Real, Puertollano y Madrid, «siempre en grupos de menos de diez personas», explica su director, Sergio Aguirre. Pero su función prevista en Daimiel para el pasado 31 de octubre se aplazó en el último momento. A ello le siguieron varias cancelaciones hasta que este sábado se reestrenó por fin en Pozuelo de Calatrava.

Spectácula! Tributo a Moulin Rouge cuenta con una plantilla de 20 artistas, lo que requiere que los ensayos se realicen «con la máxima distancia de seguridad, con todas las posiciones marcadas en el suelo» con intervalos de entre metro y medio y dos metros entre un actor y otro, además de que todos los ensayos se realizan con mascarillas.

«Para acceder al local de ensayo, los actores y músicos tienen que tomarse la temperatura y colocarse una mascarilla nueva», subraya Aguirre, quien de momento celebra que ningún artista haya tenido hasta ahora «contacto con alguien que haya dado positivo».