Tras un despertar matutino y una ardua lucha para guardar los sacos y las tiendas de campaña, volvimos en canoa a los coches para continuar nuestra expedición camino a casa de Nansen, un importante explorador en la historia de la independencia de Noruega. En su casa, tuvimos el privilegio de poder visitar el estudio donde pasaba horas escribiendo, pintando y planeando futuros viajes.
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A continuación, emprendimos el camino a la isla Malmøya en un barco que data del siglo XIX y al que es casi imposible acceder por turistas, haciendo una parada en la isla Svenner, donde descansamos y vimos el faro. Una vez llegamos a nuestro destino, cansados tras un largo día, nos alojamos en unas acogedoras cabañas y nos organizamos para preparar la cena. Finalmente, como broche al día, pudimos disfrutar de un espectacular campo de flores bañado por las últimas luces del atardecer.