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C. de la Cruz
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El Calvo Sotelo vence con autoridad al Villarrobledo en un choque en el que desperdició numerosas ocasiones para firmar un marcador más amplio (1-0)

Imagen de una acción ofensiva del Calvo Sotelo en saque de esquina - Foto: Pablo Lorente

Ganar al Villarrobledo y, además, hacerlo siendo tremendamente superior es un premio a la capacidad de un Calvo Sotelo Puertollano que ha comenzado la segunda vuelta de la competición demostrando personalidad, carácter e ideas claras. Eso sí, la falta de eficacia impidió a los industriales finalizar el choque sin sufrimiento, y es que el solitario tanto de Usero no evitó la incertidumbre ante el rosario de ocasiones falladas. 

Los roblenses, con el sol en contra, que cada detalle suma o resta, no estaban cómodos en el Nuevo Cerrú. El aspirante a todo había caído la semana anterior en Villarrubia y el Socuéllamos vencía en la matinal al Toledo, por lo que la victoria era importante para recuperar la segunda plaza y para no perder distancia con el liderato. Y la presión por ganar no es buena consejera, todo lo contrario de lo que le sucedía al Calvo Sotelo, en una cómoda posición en la tabla y realmente sin nada que perder ante el Villarrobledo.

Esos diferentes estados de ánimo se notaron desde el primer instante. Si el Villarrobledo intentó salir mandón jugando en campo contrario, el Calvo Sotelo respondía con velocidad en la salida con cuatro hombres trabajando en la recuperación y en las contras: Cristian, Valdivia, Iván Limón y Reyes.

Los méritos fueron totalmente locales. El palo rechazaba un disparo de Reyes, tras una gran combinación en línea de fondo entre Víctor Arribas y Cristian, e Iván Limón, ya escorado, no podía superar a Javi López. Incluso se protestó un posible penalti de Dani Cabezuelo sobre Reyes.

El entrenador albaceteño fruncía el ceño en la banda, pero empecinado en su planteamiento invitaba a sus laterales a sumarse al ataque. Sólo la falta de acierto había impedido al Calvo Sotelo dominar en el marcador hasta que una mano de Perona en el área daba a los locales la oportunidad de recibir el merecido premio: Usero no fallaba y a dos minutos del descanso hacía el 1-0 desde el punto de penalti.

Un remate flojo, sin fe, de Fran Cortés a las manos de Reguero fue la única aportación ofensiva de los visitantes en el primer acto. El Villarrobledo se plantaba con facilidad en zona de tres cuartos, pero carecía de finalización. El equipo protestó un gol anulado a Fran Cortés en el 41 por fuera de juego, pero el descanso daba, de momento, justa ventaja a los industriales.

¿Se conformó el Calvo Sotelo? Un fuerte disparo de Reyes al palo en el comienzo del segundo acto, cuyo rechace no pudo aprovechar Iván Limón, basta como respuesta.

Reyes, un tormento para José Carlos en el costado derecho, volvía a poner a prueba a Javi López, que lograba despejar no sin apuros. Castellanos ya no esperó más y escondió a José Carlos en el banquillo, además de dar entrada arriba a Piojo. 

La presión ofensiva creció, con Fran Cortés más activo entre líneas, pero el Calvo Sotelo no sólo cedía, sino que además seguía acumulando ocasiones, como un cabezazo de Usero a la salida de un córner que obligaba a la estirada del meta roblense o un acción de Iván Limón en línea de fondo con Javi López ya superado.

A la desesperada, el Villarrobledo comenzó a arriesgar desguarneciendo su defensa y sumando hombres arriba: las contras se sucedieron, pero también los albaceteños llevaban cada vez más peligro. Reguero le quitaba el balón de la cabeza al ‘9’ roblense cuando se disponía a rematar y una mano totalmente involuntaria de Usero dentro del área fue reclamada con vehemencia.

Hubo que sufrir por la incertidumbre de la reducida ventaja, pero el Calvo Sotelo Puertollano ha dado un enorme paso adelante. Lo peor, las lesión de Valdivia, que se tuvo que retirar en camilla en le tiempo de descuento. En un feo gesto, el Villarrobledo no devolvió el balón cuando se reanudaba el juego; más escarnio para un equipo con hechuras grandes al que le faltó clase.