El triunfo de lo valiente

Nieves Sánchez
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La apuesta de Carmen Cortés de rebelar a través del flamenco la vida y el verbo de Juana Inés es todo un espectáculo para los sentidos. El baile de la catalana sigue doliendo

El triunfo de lo valiente

Puede que la edad le haya restado condiciones, pero su baile sigue doliendo hasta hacer mella en lo más dentro, y la presencia de su cuerpo sobre el escenario continúa teniendo el ímpetu y la luz de una supernova, memoria viva de la danza española. Carmen Cortés (Barcelona, 1958) pronunció palabras, expresó sentimientos, manifestó rabia, dolor, amor y amargura con sus pies y su cuerpo. Lo volvió a hacer, iluminada sobre las tablas por el gran Juan Gómez Cornejo. Sola, sosteniendo el peso de Juana Inés, volvió a demostrar galones de gigante del flamenco.

En el escenario del Palacio de los Oviedo, bajo un cielo estrellado, triunfó la danza como expresión de lo violento, la ternura, la vida, en un Festival de Teatro Clásico que es todo palabra y que ha apostado una vez más, sabiamente, por el flamenco en su estado más puro para su apertura. Siempre el baile ha sido una apuesta arriesgada, a la par que maravillosa, para transmitir y potenciar el verbo pensado para el teatro y Carmen Cortés empieza a ser ya un clásico como respuesta de una demanda cada vez más exigente.

«Si alzo la voz es porque ya no puedo más». Cortés transmitió con hondura la desdicha profunda de una joven Juana, tirando de profundo dominio del arte, entre el flamenco clásico y la vanguardia. «¿De qué envidia no soy blanco? No hay don que reciba más ataques que el entendimiento». El espectáculo comenzó despacio, pausado, con silencios, y momentos de rabia contenida, para llegar al punto más exultante en el que Juana Inés decide su cautiverio de cuerpo y alma en un convento para poder aislarse de la crítica de ellos por querer tener conocimiento. De blanco impoluto, la bailaora catalana hizo incorporarse al público y destapar la caja de los aplausos, tímidos en el arranque de un espectáculo que destella feminismo y críticas al dominio machista.

El triunfo de lo valienteEl triunfo de lo valienteMención aparte merece el cuadro flamenco guiado por la magistral guitarra de Javier Conde, la potente percusión de Rafael Serrano y la voz que llenó todo de Antonio Moreno ‘Cancún’. No es nada y lo es todo la música sin el movimiento. El nuevo espectáculo de Cortés, que ha sido estreno absoluto en Almagro, cuenta con protagonismo a partes iguales de la música y la danza. Hay que cerrar los ojos por momentos durante el transcurso de la obra para gozar de lo bello con todos los sentidos. Juana Inés habla con los pies y el cuerpo, la expresión del triunfo de lo valiente.

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