Un explorador con su ciudad en los confines de la tierra

Diego Farto
-

Manuel José Carpintero, presidente de la Sociedad Astronómica y Geográfica de Ciudad Real, destaca la cobertura desde el periódico a las distintas actividades desarrolladas por la entidad

Manuel José Carpintero. - Foto: Rueda Villaverde

Un encorbatado y juvenil Manuel José Carpintero muestra su sonrisa situado a la derecha del meteorólogo y director del Museo de las Ciencias, Manuel Toharia. Tal es la fotografía firmada por Rueda Villaverde que encabezaba la sección Vivir del diario La Tribuna de Ciudad Real el 28 de octubre de 2004. La Sociedad Geográfica y Astronómica de Ciudad Real (Sagcr), que Carpintero presidía desde su constitución, acordó nombrar socio de honor al televisivo ‘hombre del tiempo’ que había alcanzado altas cotas de popularidad en la década de los 70. El acto formal de admisión se celebró en el Paraninfo del Rectorado de la UCLM.

«Fue el primer acto institucional y prácticamente el más importante que hizo la sociedad que fundamos un año antes», recuerda el presidente de la entidad. En aquel entonces Toharia era «el periodista científico que nos contaba el tiempo en la época en la que el hombre del tiempo era un referente».

Toharia aceptó trasladarse a Ciudad Real, lo que a su juicio «fue el pistoletazo de salida de lo que fue la Sociedad a partir de ahí». La cita tuvo un gran eco entre los medios de comunicación, pero La Tribuna fue «nuestro referente en información, siempre veníamos aquí a establecer contacto para contar nuestras aventuras y siempre hemos tenido la puerta abierta con todos los directores que han pasado por la casa y con todos los redactores que nos han tratado», recuerda, lo que ha labrado una buena relación que dura ya 16 años.

Contraportada de ‘La Tribuna’ del 8 de mayo de 2013, en la que Carpintero anuncia un libro y mostraba al fondo su mítica foto con la cara congelada. Contraportada de ‘La Tribuna’ del 8 de mayo de 2013, en la que Carpintero anuncia un libro y mostraba al fondo su mítica foto con la cara congelada. «Se han publicado todas las actividades que hemos hecho, de exposiciones y presentaciones», reconoce aunque el principal hito de la colaboración entre la Sagcr y este diario fue la publicación del diario de abordo de la expedición al Polo Sur que se realizó entre 2006 y 2007. «Contábamos nuestra experiencia y también sirvió como referencia para que la gente de Ciudad Real nos siguiera», en una época en la que el uso de internet no estaba tan extendido como ahora. Aquel viaje épico, en un velero de algo más de 14 metros de eslora, les llevó desde la Tierra de Fuego, hasta la base española Juan Carlos I y otros lugares de la Antártida.

Carpintero recuerda que para establecer la comunicación con la redacción de La Tribuna, primero desde la Patagonia y después desde el continente helado «nos llamaban desde un teléfono satélite» y luego se transmitían las fotografías, algunas de ellas luego muy comentadas en Ciudad Real.

El satélite fue también un elemento estratégico para otro de los momentos señalados de la expedición, la conexión con Estación Espacial Internacional, donde se encontraba el astronauta Michael López-Alegría, socio de honor de la Sagcr. Un momento que también fue especialmente destacado en las crónicas que se publicaban en La Tribuna de Ciudad Real.

«Fue una experiencia única», comenta antes de recordar el efecto que tuvieron las imágenes de su pequeña embarcación recortada contra los farallones de hielo.

Primera aventura.

También vio la luz en estas páginas una crónica de su anterior expedición organizada en marzo de 2005, con destino a Groenlandia con el objetivo de llevar los símbolos de Ciudad Real: El Quijote, que entonces festejaba el IV Centenario de su publicación, y la Carta Puebla de Ciudad Real, para recordar los 750 años de su fundación por Alfonso X ‘El Sabio’. Pero aquella crónica llegó a los lectores de La Tribuna una vez que los viajeros estaban de regreso en Ciudad Real, sin ese matiz de conexión inmediata con la aventura a través de los ojos de sus protagonistas. De aquella expedición quedó como imagen icónica el rostro helado de Manuel José Carpintero. Este diario recuperaría esa imagen años después, con las informaciones sobre la presentación del libro Los confines de la tierra. 10 años de aventura, publicado en 2013.

Posteriormente, en el verano de 2008 se realizó la Ruta de Mazariegos, que llevó a los expedicionarios hasta la selva del estado mexicano de Chiapas y la ciudad de San Cristóbal de las Casas, llamada anteriormente Nueva Ciudad Real, por su fundador, el ciudadrealeño Diego de Mazariegos, en la que seguir las vicisitudes de los aventureros en el día a día ya fue una costumbre.

Todos o casi todos los miembros de honor de la Sagcr han sido objeto de entrevistas en las páginas del diario «Miguel de la Quadra Salcedo, Pedro Duque, Edurne Pasabán...». Aquellos nombramientos dieron a conocer el nombre de Ciudad Real en círculos aventureros, pero también facilitaron gestos simbólicos como que «Michael López-Alegría fuera con el pañuelo de yerbas al espacio».

Además, Carpintero recuerda las muchas ocasiones en las que este diario ha recurrido a la experiencia de la Sagcr, en distintas cuestiones, «siempre nos llamáis cuando hay algún hecho importante, alguna observación astronómica o cuando llega la fecha de las perseidas», recuerda, además de otras ocasiones, como sus intervenciones en diferentes foros o su admisión en el Explorer Club de Nueva York, que tuvieron un amplio seguimiento.