El mercado inmobiliario despega con récord de ventas

R.Ch. / H.L.M.
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No se vendían tantas viviendas por tanto dinero desde 2010, no se empezaban tantas desde 2008 y los bancos no prestaban tanto para comprar casas desde 2011

El mercado inmobiliario despega con récord de ventas - Foto: Rueda Villaverde

El mercado inmobiliario de la provincia vive un momento dulce en 2021 que marca los mejores datos de ventas, ingresos, inicio de obras y de constitución de hipotecas, en algunos casos, desde hace más de una década, una larga travesía en el desierto de la que parece que empieza a desperezarse el ladrillo.

El primer indicador que habla de esa recuperación es el del propio número de operaciones de compraventa que se están realizando. Según indica el propio Ministerio de Transportes, que gestiona las políticas y las estadísticas de vivienda en España, entre enero y junio han cambiado de manos más de 2.600 inmuebles en la provincia. Se trata del mejor semestre desde 2010. Incluso la primavera de este año fue la más fructífera para la venta de vivienda en la provincia desde ese 2010, con 1.500 operaciones recogidas por Transportes.

Esta radiografía al ladrillo ciudadrealeño incluye también datos históricos para la provincia en lo que se refiere, por ejemplo, al valor de esas ventas realizadas en 2021. Según la estadística ministerial, de enero a junio, el ladrillo ha generado más de 200 millones de euros en la provincia. No se alcanzaba esa cifra desde inicios de 2010. El valor medio de cada venta de una vivienda en la provincia se sitúa este 2021 en los 78.000 euros, también la cifra más alta desde 2016.

Y todo eso con un mercado que sigue a la baja con los precios. Aquí la estadística oficial es también contundente: el valor tasado medio de la vivienda nueva en la provincia es de apenas 710 euros por metro cuadrado. Desde 2004, a excepción del segundo trimestre del pasado año, cuando el COVID-19 lo paralizó todo, no se vendía tan barata la vivienda en la provincia. Y aquí se incluye tanto la vivienda de menos de cinco años como la que supera esa barrera. La primera, con un precio de 865 euros de media el metro cuadrado en la provincia, marca su valor más bajo desde 2005; la segunda, desde 2010.

Es ahí donde los actores implicados en el mercado ponen su preocupación. Se vende más, sí, pero porque el precio está muy bajo.  «El mercado está reactivándose», expuso el presidente del Colegio de Agentes Inmobiliarios, Emilio Sánchez Suñé, quien recuerda que las cifras se encuentran aún en datos de 2010, pero la crisis económica estalló un poco antes, en 2008, por lo que las cifras actuales podrían considerarse normales. Sánchez Suñé recordó que hay un aspecto clave en la adquisición de vivienda actual y es el precio, «el poder adquisitivo es más bajo y la gente acude a lo más barato», pese a que hay una tendencia clara hacia las «más amplias», tras lo ocurrido en la crisis del coronavirus.

«La gente quiere espacios abiertos, no quiere interiores y casas más grandes», comentaron desde Inmobiliaria La Mayor, quienes explicaron que hay un incremento de la demanda de unifamiliares, pero el problema es que se trata de un tipo de vivienda que tiene menos oferta.

«Ha cambiado también el tipo de compra que se hace», señaló Raúl Lomas, agente inmobiliario de CCI10. «Antes se compraba mucho de obra nueva y lo que se vende mucho son viviendas y casas que antes no vendíamos porque había que reformar». En su caso, por ejemplo, apunta a venta en municipios más pequeños donde se busca una vivienda de «un poco más barata para reformarla al gusto». El objetivo es tener una vivienda que dé «independencia». Esto es lo que, en su opinión, ha provocado esa distancia entre lo que vale el metro cuadrado y el número de ventas. «Antes vendíamos una casa de 150.000 euros y ahora cuatro de 50.000». Lomas recordó que hay un aspecto clave en las ventas actuales y es la disposición de las entidades bancarias a vender sus viviendas a precio más económico, «quieren hacer una limpieza de su cartera inmobiliaria». Con el objetivo de que cuando pase esta situación de precios reducidos y se vuelva a estabilizar el mercado sea el momento de sacar al mercado las viviendas con un precio mayor, en 2022 o en 2023.

Construcción e hipotecas. Sin embargo, y pese a esas dudas, las perspectivas para el sector son buenas. O al menos así lo presume otro indicador en el que también se superan cifras de hace más de una década, el de las viviendas iniciadas en la provincia. Según Transportes, entre enero y junio de este año comenzaron en la provincia 871 obras de viviendas. Desde 2008 no habían empezado tantas promociones juntas en Ciudad Real. Y lo más importante, de los seis primeros meses del año, en cuatro de ellos se superó el centenar de obras, algo que tampoco pasaba desde 2009.

«La tendencia de cierta recuperación en la obra nueva, que ya se vislumbraba antes de la pandemia, ha salido reforzada tras las etapas más duras de la misma y el confinamiento, pues ha hecho que muchas personas se planteen el cambio de su vivienda actual hacia una más espaciosa, más amplia o en un entorno distinto», explicó el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Construcción (APEC). Además, «la vivienda sigue siendo un valor seguro de inversión en momentos en que otros productos financieros no dan rentabilidad», lo que es aún mejor en época del intereses bajos y estabilidad de precios que, «se siguen manteniendo en los márgenes de los últimos años». Un aspecto añadido son «los entornos más rurales, como segunda residencia, ya que mucha gente ha valorado tras el periodo de pandemia y confinamiento vivir en espacios y entornos más abiertos».

Como única nube negra en el sector se encuentra el incremento de los materiales, «que está siendo un verdadero quebradero de cabeza en los últimos tiempos para las empresas». «No estamos hablando de que haya un incremento normal del precio que el empresario, como ha hecho siempre, deba asumir, sino una rotura del equilibrio económico del mercado». Por poner un ejemplo, Carmona apunta que si el acero, el aluminio, la madera o el vidrio suben más de un 100% en un año, está claro que «no es una simple subida, sino de un quebranto económico de grandes magnitudes que hace que los gastos se disparen y sea complicado no ya cumplir con tus costes y previsiones, sino atender la demanda». «Estos incrementos repercutirán en el coste de la construcción, ya sean residenciales, obra civil o de ámbito privado o público, y en el retraso de algunas obras, no ya solo por el coste sino por demoras en la entrega o el desabastecimiento».

Una recuperación que también se traslada a otro ámbito, el hipotecario. Los bancos y cajas empiezan a fiar más dinero de lo que habían hecho en la última década para comprar viviendas en Ciudad Real. Así, esta vez con datos que facilita el Instituto Nacional de Estadística, el número de hipotecas constituidas entre enero y agosto de este año asciende a casi 1.900. Es necesario retroceder hasta el año 2011 para encontrar un movimiento similar en la concesión de créditos para comprar una casa en Ciudad Real. En total, se han prestado 146 millones de euros, la cifra más alta desde hace justo 10 años.