Por segundo año, Ciudad Real se quedará sin su romería. El próximo domingo debería celebrarse el traslado de la Virgen de Alarcos desde la iglesia de San Pedro hasta su santuario en la ermita de Alarcos, rodeada de miles de romeros con parada para unas migas en mitad del camino, pero el COVID hará imposible su celebración ante la multitud que generaría su traslado. Con todo, este 2021, con algo más de tiempo del que hubo en 2020, la hermandad ha planteado una serie de actos de carácter religioso, así como la posibilidad de acercarse al templo del centro de la capital, donde podrá contemplarse la imagen, con su tradicional arco y sus flores. 

El presidente de la Hermandad de Alarcos, Antonio Batista, adelantó en este sentido que, como novedad, este año se ha decidido mantener los actos tradicionales en honor a la Virgen, pero retrasando un día las actividades. «Hacer una misa allí con la Virgen sola como el año pasado no tiene sentido, por lo que se ha optado por traerla a San Pedro». Se trata de un traslado privado, del mismo modo que otros años se ha hecho, en un vehículo del Ayuntamiento desde la ermita hasta la parroquia. En el templo se adornará la Virgen y por la tarde del jueves se podrá admirar en la capital. El viernes, sábado y domingo habrá un triduo en honor a la Virgen, a las 20.30 horas. Esta serie de actos concluirá el lunes a las 10.30 horas con una misa en honor a la Virgen de Alarcos, «en conmemoración de la festividad de Pentecostés», a la que podrán acudir las personas permitidas por aforo.

Batista explicó que es imposible celebrar una romería «guardando las distancias», como algunas personas habían propuesto. Se trata de una actividad con muchas dificultades para mantener la distancia social o vigilar a la ciudadanía en el cumplimiento de las medidas antiCOVID. «Se ha optado por traer la Virgen a Ciudad Real y que el devoto que quiera pueda visitarla en San Pedro», a la espera de que el año que viene se pueda volver a celebrar el traslado de la Virgen en romería hasta la ermita.