Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida"

P.M.
-

El testamento de Rafael Torija, leído en parte por el obispo Gerardo Melgar, ruega a la Diócesis que le perdonen sus deficiencias "sobre todo si, en algún momento, he sido ocasión de escándalo para alguno". "he querido mucho, mucho, a la Iglesia"

Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde

El obispo Rafael Torija dejó un testamento sincero y lleno de fe según ha desvelado el actual titular de la Diócesis de Ciudad Real, Gerardo Melgar, en la homilía de la misa exequial. Según Melgar, "ayudó a lo largo de su vida a muchas personas a prepararse y pensar con esperanza en este momento de la muerte de cada uno. Él mismo pensó a lo largo de su vida muchas veces en este momento de su propia muerte. Lo hizo siempre con fe y esperanza, confiando del todo en la misericordia divina. Así lo expresa el en su testamento espiritual que, ante la hora de su muerte, nos ha dejado". 

En esas últimas confesiones Torija dice así: "Con frecuencia, dice él, a lo largo de mi vida, he pensado en la muerte. Ahora, ya emérito la contemplo con más serenidad y lleno de esperanza: Vamos a la casa del Padre, sabiendo que, con la muerte, la vida no termina, se transforma y que, destruida nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el Cielo, en la Casa del Padre. Me consuela la esperanza en la misericordia infinita de Dios". 

También se dirige directamente a los diocesanos: "A la Iglesia diocesana tan querida –pastores y fieles- os ruego miréis con bondad y piedad mi pobre vida y ministerio sacerdotal entre vosotros: que perdonéis mis deficiencias, sobre todo si, en algún momento, he sido ocasión de escándalo para alguno. Creo que os puedo asegurar con toda sinceridad que he querido mucho, mucho, a la Iglesia, una y muy diversa, santa y pecadora. He querido siempre servirla con amor, aunque, en ocasiones, hayáis podido observar deficiencias e incoherencias. Os pido me perdonéis. Qué alegría esperar la muerte en los brazos de la Madre Iglesia. Deseo recibir los sacramentos de la Penitencia, de la Eucaristía y de la Unción de Enfermos". 

Torija: Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde

Además, el primer obispo de la Diócesis de Ciudad Real hace una oración consciente del momento que le llega: "Te ruego Padre, que aceptes mi acción de gracias por todos los innumerables dones de tu amor: existencia, vida cristiana, vocación sacerdotal, ministerio pastoral de sacerdote y obispo de la Iglesia; familia, seminario, presbiterio, Conferencia Episcopal, personas consagradas, apóstoles seglares…dificultades y sufrimientos, gozos y alegrías, salud y enfermedad. Gracias Padre. Espero con alegría y confianza, con gozo pascual, el momento en el que dispongas “mi paso” a tu casa. Te ruego una muerte en tu gracia y en tu paz. Por Cristo, tu Hijo, mi hermano y Salvador.; me apoyo en la intercesión de María, su Madre y Madre de la Iglesia. Que tu Espíritu realice en mí lo que tantas veces le he pedido: “Lava lo que está sucio, riega lo que está seco, sana lo que está herido, dobla lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está torcido». 

Más fotos:

Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde
Torija: Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida
Torija: "Pido que miréis con bondad y piedad mi pobre vida" - Foto: Rueda Villaverde

Por último se despide con esta reflexión: "En esta hora, Señor, me llena de consuelo, de esperanza, de alegría, tu palabra, tu presencia, tu Iglesia “sé de quién me he fiado”. Sé que si morimos contigo, viviremos contigo, que si perseveramos reinaremos contigo. Porque incluso si hubiéramos sido infieles contigo, Tú permaneces siempre fiel, pues no puedes negarte a Ti mismo (cf. 2 Tim 2,8. 11-13). Sé que Tú eres mi pastor, que nada me falta; que me haces recostar en fuentes tranquilas, que no debo tener miedo, aunque tenga que pasar por cañadas oscuras, porque Tú vienes conmigo; que tu bondad y tu misericordia me acompañan hasta la Casa del Padre por años sin término. Me pongo, Señor, en tus manos. Tú eres mi Padre".