La Fiscalía Provincial de Ciudad Real ha enviado este año a más hombres a prisión por violencia de género, ha aumentado las medidas de alejamiento y otras de naturaleza cautelar como por ejemplo la prohibición de tenencia y uso de armas a aquellos detenidos por ejercer la violencia contra su mujer o pareja. Así lo aseguró a La Tribuna el jefe de la Fiscalía, Luis Huete, y se refleja en los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial referidos al tercer trimestre del año.

Las prohibiciones del derecho a la tenencia y uso de armas por denuncias de violencia de género en los juzgados de Ciudad Real se han incrementado un 42,71 por ciento entre enero y septiembre de este año con respecto al mismo periodo de 2018 al pasar de 143 a 147. De seguir esta proporción se cerraría 2019 con 200 órdenes de privación de posesión y uso de armas.

Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, en el primer trimestre del año se dictaron en los juzgados de Ciudad Real 42 medidas de esta naturaleza, 34 de ellas con orden de protección hacia la víctima. Entre abril y junio se registraron 41, 24 con esta medida de protección, y en el tercer trimestre de esta anualidad 64; en 56 casos se decretó una orden para proteger a la víctima. Esta cifra supone un 56 por ciento más de privación del derecho de tenencia y uso de armas con respecto al segundo trimestre de este año en el que se decretaron 41 medidas de esta naturaleza, 24 con orden de protección.

En total, entre enero y septiembre se ha prohibido a 114 hombres el derecho a tener y utilizar armas con el mandamiento de proteger a la víctima del agresor y 33 sin este precepto.

Esta medida se adopta con el fin de tutelar la seguridad de las personas en riesgo por la tenencia y uso de armas como es el caso de las víctimas de la violencia de género. En algunos casos se decreta tras una amenaza, coacción o lesión.

Pulseras telemáticas. Desde la Fiscalía también se han potenciado las medidas de alejamientos con control telemático para salvaguardar a las víctimas. Se ha comprobado la efectividad de las pulseras telemáticas y, por ello, cada vez se solicita más esta medida de protección.

El fiscal jefe explica a este diario que las comunicaciones están centralizadas en el centro Cometa de control de medidas telemáticas de alejamiento.

Las pulseras permiten verificar el cumplimiento de las medidas y penas de prohibición de aproximación a la víctima impuestas por los jueces. El fiscal autonómico de Violencia de Género, Jesús Gil, se encarga de examinar todas las comunicaciones e incidencias que manda el centro Cometa. A veces, indica el jefe de la Fiscalía, «hay una pequeña intromisión en la zona prohibida pero se resuelve en segundos, no da lugar a un quebrantamiento». Pero cuando se produce «una rotura de pulsera, se dejan sin batería los artefactos sin posibilidad de control y entradas en la zona de exclusión se formulan denuncias». Precisamente, este control puede estar detrás de la disminución del número de quebrantamientos en el tercer trimestre de este año.

Según los datos del Poder Judicial, en los juzgados de la provincia de Ciudad Real se han registrado 60 quebrantamientos, frente a los 95 del mismo periodo del año anterior. Entre julio y septiembre de este año se han registrado en los juzgados ciudadrealeños un total de 14 quebrantamientos de penas y 46 de medidas.

Las órdenes de prisión también han aumentado este año, siete hombres han sido encarcelados entre enero y septiembre por violencia de género, frente a cinco en el mismo espacio de tiempo del pasado ejercicio.