"Ciudadanos no se ha ido a la derecha"

JAVIER M. FAYA (SPC)
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El diputado del bloque liberal y exvicepresidente mundial de Coca-Cola, que acaba de publicar 'Notas desde la trinchera', asegura que el centro izquierda ha dejado de existir desde la moción de censura que ganó Pedro Sánchez

"Ciudadanos no se ha ido a la derecha"

Curioso. Así se podría calificar a Marcos de Quinto, fichaje galáctico de Ciudadanos en las generales y exvicepresidente mundial de Coca-Cola. Tras leer su libro Notas desde la trinchera (Deusto) y ver cómo antes de la entrevista estuvo estudiando con detenimiento una especie de moto atada a una columna de la entrada del Congreso que se acoplaba a una silla de ruedas, uno se da cuenta de que está ante un hombre que, a sus 61 años, no se cansa de aprender. Esta semana su nombre ha salido a la palestra porque, según un diario nacional, es el parlamentario más pudiente con un patrimonio de más de 50 millones de euros. Él se defiende: «Todo lo que tengo me lo he ganado y pago tres millones al año en impuestos».
¿Qué es Ciudadanos?, ¿la Vanilla Coke del PSOE o la Cherry Coke del PP?

Puestos a hablar de bebidas refrescantes, es un absoluto Aquarius, que tiene una personalidad absolutamente diferenciada y con un buenísimo posicionamiento.

De todas formas, ¿la marca Ciudadanos se vendió bien en las generales?

No es tanto que la marca se venda bien sino que tiene un buen producto detrás. Hay cosas que son puro marketing y hay otras que es un buen producto.

Pero el público objetivo... Si uno ya le dice a su potencial cliente que solo se va a juntar con el Partido Popular, que tiene una mala compañía, por así decirlo, que es Vox. ¡Estamos quitando clientes!

Yo no lo veo así. Ciudadanos es un partido de centro, de extremo centro, de centro radical. El centro no hay que confundirlo con debilidad, equidistancia... Ciudadanos no es sectario. Esto es muy importante. Es un partido que siempre ha demostrado capacidad para negociar con el centro derecha moderado y con el centro izquierda moderado. Y no es sectario. Si recuerdas bien, habló en su día con Mariano Rajoy y también con Pedro Sánchez, y también con comunidad del PP o del PSOE, pero no porque titubeara sino porque les dijo a todos ellos que si cumplían unas normas -si hay un imputado se va a su casa, como le pasó a Griñán en Andalucía y a Pedro Antonio Sánchez en Murcia-, estarían abiertos a negociar. Han sido las mismas condiciones. Ciudadanos siempre ha estado ahí, nunca se ha movido a la derecha como algunos han intentado hacer ver. Lo que sucede es que después del 155, en el que el centro izquierda moderado lo apoyó, surgió una moción de censura y fue el PSOE que, a partir de entonces, pactó para alargar su Presidencia con gente de la extrema izquierda y con gente que acababa de dar un golpe de Estado. Nosotros no pusimos ninguna línea roja. Lo que pasa es que quisimos llegar a acuerdos con el centro derecha moderado, ahí está el PP, y cuando miramos a la izquierda, decimos: "Ostras, se han ido". No hay nadie en el centro izquierda moderado. El PSOE que todos conocimos, el de Almunia, el de Solana..., se había marchado y, de hecho, Pedro Sánchez laminó a gran parte de ese PSOE. A lo mejor, en el futuro, ese Partido Socialista vuelve porque yo creo que España necesita un centro izquierda moderado. Y Pedro Sánchez no lo está representando.

La gente también tiene derecho a cambiar, ¿no? Usted me habla del PSOE de antes de la moción y del PSOE posterior a la moción, ¿pero y el PSOE posterior al 28-A y 26-M?

No lo sé, pero por el momento, lo único que sé del PSOE de las elecciones del 28 de abril es que tiene un pacto de Gobierno con Podemos, que dice que van a subir a 1.200 euros el salario mínimo o algo así, como le había sugerido Pablo Iglesias... Dos días después de las elecciones generales, es un PSOE que anuncia una subida de impuestos que ya cuantifica de 26.000 millones de euros que lo habían callado durante la campaña. Y, de hecho, si recuerdas bien, en el segundo debate, se pueden ver unas imágenes absolutamente demoledoras en las que Albert Rivera le dice que "Usted es el dieselazo, están preparando una subida de impuestos muy grande", y el otro le contestaba: "Mentira, mentira, mentiroso". Y dos días después de las elecciones, Nadia Calviño presenta a Europa una subida de 26.000 millones, que esos no salen de los ricos. Ese PSOE que sigue dando prebendas a los nacionalistas, incrementando los impuestos, y con un riesgo tremendo para la economía, no es el centro izquierda moderado. Sigue siendo un PSOE entregado a esta gente. Nosotros no podemos pactar con ellos. Ese hueco lo han dejado vacío. Ciudadanos no se ha ido a la derecha, simplemente, el centro izquierda ha desaparecido.

Habrá que ver qué PSOE sale del 26 de mayo.

Habrá que ver. Como el PP, que ahora parece que no es aznarista sino rajoyista. En cambio Ciudadanos está donde siempre ha estado, en un centro muy bien centrado.

Con tanto centro, centro, centro parece usted uno del PP porque en la pasada campaña no se cansaban de decirlo.

No, no (risas).    

Mucho parece haber cambiado el partido conservador. De hecho, parece que a Cayetana Álvarez de Toledo la han tenido escondida en un cajón durante la última campaña.

Me parece un error. Es una persona muy valiosa y tiene un discurso muy interesante.

Este viraje tan extraño del PP (Casado nombrando ministros a los de Vox dos días antes de las generales, después atacándoles con dureza...), ¿cómo lo interpreta?

Yo no lo sé interpretar. Creo que están pasando cosas muy extrañas, lo desconozco. Lo de Daniel Lacalle... Lo que sí me parece muy importante es que los españoles han hablado y han dado la confianza a Pedro Sánchez para que gobierne este país apoyado por Podemos, pero también entiendo que los españoles nos han dado el liderazgo de la oposición y vamos a ejercer una oposición firme para controlarle. Y esto es muy importante para mí cuando nos dicen que el PP tiene más escaños. En mi modesto punto de vista, liderar la oposición no depende de si tienes un par de escaños más que el otro. Depende de tus ganas, tu capacidad y de la legitimidad que tienes para hacerlo. Resulta muy curioso cuando Sánchez hizo ese alarde para darle esta vitola de jefe de la oposición a Casado al recibirle en el despacho grande como para afear a Albert Rivera. Ahí demostró que está deseando que sea Casado, y esto es interesante. Lógicamente, en términos futbolísticos, si tú en una Champions puedes elegir quién va a ser tu rival, preferirás al más fácil. Con ese gesto nos confirma que realmente somos los líderes de la oposición. Nosotros no vamos a ser fáciles. No estamos en un partido que ha perdido la mitad de escaños sino que ha logrado el doble de escaños. No estamos con un partido dividido sino absolutamente unido a través de Albert Rivera. No estamos con un partido en el que gente interesante del equipo como Daniel Lacalle se marcha del Congreso... Somos un equipo muy preparado, con la moral alta, con muchas ganas. Y yo entiendo que a Sánchez le interesa que el líder de la oposición dirija un partido con mochilas, porque cuando le diga algo en el Hemiciclo, Sánchez le podrá reprochar "Y tú más, porque tú tal y cual". Nosotros no tenemos ni una sola mochila. Así, tenemos más capacidad para liderar esa oposición porque tenemos las manos más sueltas.

¿Pecó de soberbia Casado antes de las generales? Nombró ministro de Exteriores a Rivera, en la víspera del primer debate su círculo no se cansaba de mandar un mensaje de tranquilidad al líder naranja, que no lo atacaría... Y el catalán se revolvió, no se lo esperaba. ¿Fue ese el principio del fin? 

No lo sé. Nosotros somos otra cosa. Entendemos que tanto PP como PSOE son partidos no reformistas. Nosotros sí lo somos. Ellos han estado durante 40 años jugando con la población a las derechas y las izquierdas, buscando un voto emocional. Uno saca los huesos de Franco, el otro lo otro... Al final, ganara quien ganara no han hecho las reformas que este país necesita. Ellos se han ido intercambiando el volante pero, de hecho, en esencia, no han cambiado cosas. Ganara el que ganara, ganaban los nacionalistas, porque la banca siempre gana. Ese esquema de España ha seguido durante 40 años. Otro tema. Ganara quien ganara, al final iba a haber un reparto entre partidos del Consejo General del Poder Judicial. Ganara quien ganara, iban a poner a sus amigos a dirigir las empresas públicas y los chiringuitos. Ganara quien ganara, iba a haber un nivel de corrupción. Ganara quien ganara, el Tribunal de Cuentas nunca les iba a dar los fondos suficientes para que pudieran fiscalizar a tiempo (sonríe), así iban con siete años de retraso y todo prescribía. Estos dos partidos se han sentido muy cómodos con esa manera de gobernar España, pero ahora llega un partido que no es de derechas ni de izquierdas, sino de centro extremo, que dice que ahora no está para ser un tercero en discordia. Llega una formación que quiere reformar la Ley electoral para meter un corte al 3 por ciento y así ya nunca más depender en el Congreso de los Diputados de los nacionalistas, que con unos votos mínimos mandan sobre el resto de España y se aprovechan. También vamos a cambiar el CGPJ, no vamos a negociar que entren los nuestros, ese no es el sistema. Y el fiscal general del Estado, ni chiringuitos... Nosotros defendemos una manera de cambiar el Estado. Me da igual la izquierda o la derecha. Lo que hay que cambiar son las estructuras. Y ahí estamos, por eso estoy en política, para tratar de cambiar esto a un país mejor. ¿Que esto es ir en contra de la derecha o de la izquierda? Mira, no lo sé. Es para mejorar España, y ya estoy harto de las derechas y las izquierdas.

¿Sigue pensando que el cordón sanitario al PSOE ha sido una buena estrategia? En el PP dan por hecho que les van a apoyar. Sinceramente, si ustedes predican con la regeneración democrática, quizás sea un buen momento para levantar alfombras en, digamos, la Comunidad de Madrid, ¿no? El precedente andaluz resulta muy ilustrativo. Había EREs y ustedes les apoyaron y ahora les están investigando y sacando trapos sucios. En Madrid está la Gürtel, Púnica, Acuamed, Lezo...

Nosotros nunca hemos hablado de "cordón sanitario", eso es una expresión acuñada por otros. Nosotros nunca hemos sido sectarios y siempre hemos estado dispuestos a pactar con otros partidos a pesar de nuestras diferencias. Pero Sánchez eligió llevar al PSOE a la deriva actual. Basta ver la hemeroteca de este hombre para evidenciar el tremendo bandazo que el PSOE ha dado… y sólo por satisfacer su hambre de moqueta. Respecto a los precedentes que dice, Ciudadanos siempre ha estado abierto a pactar con quienes cumplieran nuestras condiciones. Y entre esa condiciones siempre ha estado la regeneración democrática como condición irrenunciable tanto para unos como para otros: expulsión de imputados, supresión de los aforamientos etc. porque, como he dicho, somos firmes pero no sectarios.

¿Esa mentalidad americana, el sueño americano del que habla en Notas desde la trinchera, es exportable?

Es exportable a nivel mundial. No es un tema de que los americanos sean más buenos o más malos, simplemente, funcionan. Los americanos hacen lo que funciona. Si no eres sectario, si simplemente subes al que hace bien las cosas y bajas al que las hace mal. No es porque sean bondadosos, es que haciendo eso, sus empresas funcionan mejor. Con ese ascensor social dentro de las compañías han logrado prácticamente que la mayor parte de las empresas por capitalización en el mundo sean norteamericanas. Y eso es una maravilla. Y tienen, además, una visión muy poco nacionalista de la gestión. Yo he sido presidente del lobby de las empresas estadounidenses en España durante muchos años. Ahí estaban el presidente de Boing, American Express, Ford, yo con Coca-Cola... Y todos éramos españoles, salvo un holandés quizás (risas). Si hubiéramos sido los presidentes de las empresas francesas en España, habría habido una mayoría de galos. Si fueran japoneses, mayoría de españoles, pero el que mandaría sería nipón. Al final los americanos confían en la gente y colocan a nacionales al frente de sus ramas dentro de sus multinacionales. No hay chobinismo, y les sale bien.

En el libro dice que el trabajador tiene que venir motivado de casa. ¿La gente va poco motivada a trabajar?

No, lo que yo digo es... El libro va contracorriente. No es un libro de lugares comunes. ¿Porque entonces para qué escribo ese libro? ¿Para repetir lo que dicen mucha gente? Digo cosas un poco distintas. Mira, se dice mucho que la misión del jefe es motivar, y yo digo que no. Eso es un despropósito. Imagina que vienes a trabajar aquí y te tiras en la silla y dices que no tienes ganas de trabajar, que venga Susana León (la jefa de prensa de Ciudadanos) y me motiva. Jefa, motívame (risas). La misión de un jefe no es desmotivar. Eso es muy importante. La misión de todos es llegar todas las mañanas motivado al trabajo, y el jefe es un ser humano que tiene sus problemas... Todos hacemos un esfuerzo. Lo que pasa es que un jefe, sin querer, tiene una capacidad de desmotivación muy alta. Si yo, por ejemplo, me pongo a saludar y a tomarme café con uno de un despacho y a otro de otro no le saludo... A lo mejor le he desmotivado. Si en una reunión, presto toda la atención en uno e ignoro a otro, lo estoy machacando. Cuando tienes un cargo muy alto tienes que ser consciente de la capacidad de desmotivación tan grande que tienes. Un jefe tiene que ser muy empático.

Hablando de desmotivar, ¿Le desmotivó el pucherazo que hubo en las primarias de Castilla y León, con Clemente, Igea...?

Me enteré muy poco, de refilón. No entiendo que eso haya sido un pucherazo, pero, por otro lado, como independiente, no estoy muy metido en toda la parte orgánica. Me tengo que enterar. Me parece que ha habido 200 procesos de primarias, creo que no ha habido demasiados líos. Y cuando eso surge, hay una investigación y se cambian.

Y una IP de un ordenador en cierta ciudad, y la mayoría de los concejales de Cs son clementistas...

Creo que me desmotivaría más ganar primarias en Andalucía en el PSOE y que coja el secretario general del partido y me felicite y nombre a otro.

Entonces estamos en el “Y tú más”...

No, no, porque en Cs se ha respetado lo que ha votado la gente. Te voy a poner un ejemplo más divertido (risas). En Podemos en Cataluña. Sale uno que no es independentista para liderarlo, llega Pablo Iglesias y dice algo así como “como no eres lo suficientemente independentista, voy a poner a otro que sí lo sea” (risas). Eso es mucho más tremendo. ¿Para qué haces entonces primarias? Lo otro es otro tema. Se ha descubierto una irregularidad, se ha revertido y se ha puesto a la persona que ha ganado. Olvidémonos de los procesos, ¿cuál ha sido el resultado final?

Ya, pero el caso es que unos se perpetúan en el poder, y los otros no... ¿No le falta quizás a Ciudadanos un Iván Redondo?

A mí me parece (risas) que ha habido algunas cosas ahí, como las manifestaciones de Iceta (sobre los indultos), los debates...

Lo tiene todo calculadísimo: la moción, el libro para tapar esto, lo otro...

Es un tema más táctico. Yo no sé si hay mucho retrofit. Es lo que llamamos en marketing, una vez que tienes un resultado, reinventas la estrategia hacia atrás. Podríamos decir que no le ha ido nada mal a Ciudadanos...

¿Y en Andalucía también? Creo que se podía haber logrado mucho más, las circunstancias eran muy, muy favorables el 2-D, el 28-A...

Le ha ido bastante bien. Si te fijas, el bloque PSOE-Podemos no sé si se ha reducido algo, digo en porcentaje de votantes. Hay una reducción que le ha favorecido el PSOE.

Si resulta que, como usted dice, ese PSOE se ha radicalizado, y esa franja de centro centro izquierda estaba libre y no la ha conquistado Ciudadanos... Entonces, caemos en la autocomplacencia, ¿no?       

No, yo creo que ha conquistado parte, porque la subida del PSOE también se ha producido a costa de Podemos, con esa radicalización. Le ha comido mucho. También ha habido una cierta abstención, que ha movilizado el voto de la izquierda.

El milagro de Vox en Andalucía se debió, sobre todo, a un millennial, Manuel Mariscal, el jefe de Comunicación, que movió mucho el voto joven usando mensajes cortos y fácilmente olvidables. Me decía que sin tener la fórmula de la Coca-Cola no hubiera servido de nada. Usted, que ha sido el máximo responsable de marketing de la empresa, ¿hasta qué punto pesa el cómo lo vendes sobre el cuánto vendes? ¿Quizás Cs podía haberse vendido mejor? O dicho de otra manera, ¿en un futuro te ves apoyando esa sección? ¿Va a ser un multiusos?

No, no. Los equipos de Ciudadanos han hecho un buen trabajo, pero no solo es un tema de marketing. También del equipo y de la gente que se está presentando. Tú ves las listas y hay un equipo de lujo. No solo los que estaban ya dentro de Cs. Ves gente como Edmundo Bal o Sara Giménez. Ha acertado mucho Albert Rivera. No es gente de su círculo de amigos con los que te vas de copas, en plan matrimonios. No están ahí por ser sus amigos. Han sido muy serios. En la parte económica he estado muy cerca de Garicano, Roldán, De la Torre y es un equipo absolutamente serio, promesas cuantificadas, sin ocurrencias como el PP, que lo dijo de forma demasiado gratuita, y por no hablar del programa oculto del PSOE, por eso no le cuadraba nada. Porque nosotros tenemos un compromiso de déficit con Europa y ajustando las cifras, hemos calculado cómo bajar los impuestos de una manera razonable y moderada. Sin hacer locuras, todo con equilibrio.

Hablando de fichajes, y volviendo al símil del comienzo de la entrevista. ¿Es buena idea mezclar el Aquarius con la Pepsi del PSOE con Celestino Corbacho –40 años en el PSC-, Joan Mesquida -32 en el PSOE-, Soraya Rodríguez -37-, Silvia Clemente –más de 30 en el PP y 18 en cargos institucionales- , Ángel Garrido -30-, José Ramón Bauzá -23-...? ¿Eso es regeneración democrática, esa estrategia The walking dead, con restos de cadáveres políticos?

No, hombre, no creo que Celestino Corbacho sea un walking dead. Es gente razonable. Por eso te decía que no somos un partido sectario, somos de un amplio espectro. Hay gente moderada como Soraya Rodríguez, Maite Pagaza... Y eso que decimos, ahí queda reflejado. Yo no he visto a mucha gente huir de Ciudadanos, sino ser la casa de esa gente moderada y liberal. Damos acogida a esa gente. No les conozco mucho, pero puedo decir que es gente con experiencia y que encajan.

¿Cuál es el eslogan de su vida?

No lo sé (risas). Yo me defino en Twitter como una persona rebelde y librepensante. Siempre he presumido de mucho agnosticismo. Estar abierto a formar mis propias opiniones me ha dado esa libertad y comodidad.

Veo un verso suelto.

No, no. Simplemente, me digo que necesito entender las cosas por mí mismo. Cuando abrazas una ideología simplificas tu vida. Te resulta todo más cómodo. Eres socialista, gana Sánchez, te suben los impuestos... y eres feliz. Aunque te roben, aunque te saquen el dinero del bolsillo. Yo siempre he preferido no abrazarme a nada, y tener criterio.    

¿Cómo surgió su vocación política? En su libro lamenta el tiempo que le ha robado a su familia por su trabajo, y en breve va a ser padre... Con todo el dinero que tiene, con 61 años, un pirata sin bandera que ahora tiene una... ¿cómo se complica la vida? Recuerdo que tras nuestra entrevista, el taxista que me llevaba se sabía perfectamente lo que cobraba y lo que va a cobrar ahora, y sospechaba de sus intenciones. ¿Qué le diría? Igual aquí no se perdona a los triunfadores ricos porque los españoles somos muy de Balzac: Detrás de toda gran fortuna siempre hay un crimen...

Siempre me ha interesado la política... esta vez mis circunstancias me han permitido hacer algo mejor que el limitarme a quejarme de ella: saltar al ruedo y contribuir a dignificarla.

Respecto a mi situación económica, se debe única y exclusivamente a mi esfuerzo. Nadie me ha regalado nada: las multinacionales norteamericanas no son idiotas, y si te pagan lo que te pagan es porque entienden que las aportas un valor superior a lo que te dan. No hay más secreto.

Decía usted en su presentación en Toledo que las perspectivas económicas de España eran inmejorables, que había grandes oportunidades en el horizonte. Una UE debilitada por el Brexit, y hay que contar con China expansionista y un EEUU espléndidamente aislado con su América first... ¿Qué haría usted si fuera ministro de Economía, aparte de no juntarse con Podemos? 

Déjeme aclarar que las perspectivas económicas mundiales no son muy halagüeñas: desaceleración, guerras comerciales, etc... Pero pese a todo ello, aunque España tenga ciertas vulnerabilidades (como el nivel de su deuda y su alta exposición a una indeseada subida de tipos) también tiene grandes oportunidades. De lo que se trata es de no caer en los errores de siempre, en los que se repiten cada vez que el PSOE coge el volante de nuestro país: incremento de gasto, nulas reformas y aumento de impuestos. Si esto se produce, con toda seguridad acabaremos como acabó la presidencia de Zapatero. Lo que ahora toca hacer es favorecer el crecimiento económico y ello sólo se hace ayudando a la inversión y a las empresas, todo lo contrario a lo que pretende Sánchez y su vicepresidente económico, el señor Iglesias.