Las obras del centro disminuyen los ingresos de la zona azul

Hilario L. Muñoz
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El Ayuntamiento de Ciudad Real ha cerrado el año de la zona azul con unos ingresos en 2019 en 228.874,35 euros, lo que supone 37.935,04 euros menos de la liquidación, el dinero ingresado por el Consistorio, respecto a las cifras del año 2018

Las obras del centro disminuyen los ingresos de la zona azul

Las obras realizadas en el centro de Ciudad Real durante el pasado año y otras medidas impulsadas han supuesto una merma la recaudación de la zona azul en la capital. Se trata de una reducción que se muestra en la liquidación, el porcentaje de pagos que finalmente recibe el Ayuntamiento, y que se cierra en 2019 con 228.874,35 euros, frente a los 266.809,39 euros, un descenso de un 14 por ciento en doce meses, 37.935,04 euros menos de ingresos.

«Esta caída es por las ocupaciones de vía pública, las obras que se han estado haciendo», dijo el edil de Movilidad, David Serrano, quien explicó que la pérdida íntegra se da en la empresa más antigua, Dornier, encargada de la gestión de la zona azul en el área más céntrica y la que más aparcamientos tiene. Esta concesionaria ha cerrado el año con 153.733,23 euros de liquidación, 38.785,24 euros menos que en 2018. Mientras, Eysa, la empresa encargada del aparcamiento regulado en la zona ampliada, liquidó 75.141,12 euros, 850,20 euros más que el año anterior.

Otros aspectos que el concejal suma a esta menor liquidación son los vehículos exentos, la proliferación de vehículos ECO, que no tienen que pagar en la zona azul, pero también nuevos hábitos de los ciudadanos. En este punto, el edil recordó el incremento que se ha producido en el número de viajeros del transporte urbano, así como otras alternativas al circular por la ciudad. A pesar de estos dos casos, Serrano señaló la importancia del «compendio de obras que se están haciendo» y que implica que haya espacios de aparcamientos que se dejan de utilizar durante días o semanas.

El concejal de Movilidad recordó que el Ayuntamiento mantiene una apuesta decidida por otros medios de transporte que no sean el vehículo particular, como los disuasorios o los autobuses. Sobre ese aspecto de los otros aparcamientos, Serrano apuntó que es «previsible» que haya llenos en las nuevas zonas para aparcar como el disuasorio de calle Quevedo. «Desde el principio dijimos que íbamos a buscar terrenos públicos para tener aparcamientos disuasorios de forma más estable dado que todos los que se han ido cerrando eran en terrenos privados», indicó. Hay que tener en cuenta que en 2017, los ingresos por liquidaciones de la zona azul, se hace por cada trimestre, supusieron 248.303 euros a las arcas municipales, y que el año pasado hubo un segundo factor clave en la recaudación por la Ordenanza Reguladora del Aparcamiento (ORA) debido al cierre del estacionamiento disuasorio en la zona del Quijote Azteca donde se está construyendo la construcción de una residencia de mayores y que provocó grandes incrementos hasta junio en la recaudación de la zona azul.

En este sentido, las caídas de la liquidación de la zona azul se pueden repetir en próximo años, ya que, por ejemplo, se está pendiente de los proyectos de peatonalización de las calles Calatrava y de Alfonso X El Sabio, donde hay aparcamientos regulados. «Nosotros vamos a seguir avanzando y vamos a recuperar espacio peatonales y avanzando en otras alternativas modales que no sea solo bajar al centro en vehículo privado», explicó Serrano, quien concluyó apuntando que se mantendrán los usos por residentes y de carga y descarga.