La sorpresa de las buenas 'notas' en Melómano

D. F.
-

Los alumnos del Marcos Redondo, Juan Luis García (percusión) y Ángela Chico (fagot)quedaron segundo y tercero en la fase autonómica del certamen para estudiantes de música

La sorpresa de las buenas ‘notas’ en Melómano - Foto: Tomás Fernández de Moya

Ninguno de los dos esperaba estar en los puestos destacados, pero finalmente quedaron segundo y tercero de la fase autonómica del Premio de Interpretación para Solistas Melómano, que se celebró el pasado sábado en el Auditorio Superior de Música de Albacete. Incluso, Ángela Chico, fagotista que este año completa el sexto curso de Enseñanza Profesional de su especialidad en el Conservatorio Marcos Redondo de Ciudad Real, cuando concluyó su interpretación se fue del auditorio sin esperar el resultado final. Para su sorpresa, el jurado le asignó el tercer lugar del hipotético podio.

Por el contrario, el percusionista Juan Luis García Díaz, que finalmente ocupó el segundo puesto en la clasificación, sí se quedó a escuchar a sus compañeros, aunque en su caso tampoco «esperaba quedar segundo, había gente que lo estaba haciendo muy bien».

Ambos se quedaron a las puertas de acceder a la fase nacional de este certamen, que este año se celebrarán en el Auditorio de Alicante, donde se reunirán los 17 ganadores de sus respectivas fases autonómicas, en un certamen orientado a los estudiantes de los conservatorios y que se organiza en función de los niveles en los que dividen estos estudios, en los ciclos Superior, Profesional y Elemental.

García, en una conversación con La Tribuna, explicó que aunque antes de su actuación estaba determinado a hacer una buena interpretación, «pero sabes que los nervios están ahí y aunque no pensaba que fuera a hacerlo, a todo el mundo le gusta ganar».

El percusionista, recuerda que el estado de tensión se fue relajando a poco de llegar «y según vas controlando la situación estás un poco más tranquilo».

Juan Luis García interpretó ante el jurado tres piezas distintas, «una era para caja solo y electrónica, una de marimba y otra de multipercusión».

El joven de Calzada de Calatrava reconoció entre los participantes en la fase intercentros a alumnos de otros centros con los que compartió algunos cursos de su especialidad, además de los propios compañeros del Marcos Redondo, con lo que describe el ambiente en el auditorio como distendido pero no mucho. «La gente se saluda, pero al final sabes a por lo que vas, por lo menos yo vi buen rollo», asegura.

García Díaz explica que la percusión le ha gustado de siempre, «desde que tenía tres o cuatro años, mi padre tocaba en la banda de mi pueblo el bombo y los platos, siempre me llevaba a los ensayos» y por allí le llegó el gusanillo con una variedad musical que a su juicio «es muy amplía» y le permite hacer prácticamente de todo en la música.

Por su parte, Ángela Chico recuerda su paso por este certamen marcado por esa tensión «de tener que enfrentarte a un concurso y es difícil, pero a la vez estás con las ganas de que llegue el momento, salir ahí a tocar y hacerte con tu público».

La joven concurrió con «una pieza que llevo mucho tiempo trabajando, con la que me siento muy segura; ya la presenté en otro concierto aquí en Ciudad Real y me apetecía tocarla en Albacete también».