La excelencia marca cada uno de los ámbitos de la educación que ofrece la facultad de Medicina en Ciudad Real. La calidad se intenta reflejar en cada uno de los ámbitos en los que debe trabajar la universidad, desde la gestión a la extensión universitaria, e incluyendo, la docencia y la investigación. Se trata de un trabajo que tiene sus frutos, fundamentados en que un egresado de la facultad de Medicina de Ciudad Real quedara primero en el examen para Médico Interno Residente, el mejor entre los 13.000 aspirantes que se presentaron en la prueba. Todo un logro, para un centro que solo lleva cinco años presentándose a esta convocatoria donde compite en igualdad con todas las facultades de España, algunas de ellas con décadas preparando estudiantes para estas pruebas. La calidad del centro es el reflejo del trabajo de todo el personal (docente básico y clínico, investigador y de servicios) y de sus estudiantes y egresados.

Una de las claves de esta labor de excelencia se centra en la docencia, fundamentada en ofrecer un modelo centrado en las prácticas y los grupos reducidos. Los 75 estudiantes que tienen clase en Ciudad Real se dividen en tres grupos y estos a su vez en otros seis planteando un modelo "exigente para estudiantes y profesores" en el que los alumnos y las alumnas "salen muy bien preparados". Así lo señala la decana de Medicina, Inmaculada Ballesteros, quien apunta que los tutores que tienen tras realizar el MIR son los primeros que señalan la buena preparación y eso es algo que "enorgullece" al equipo decanal.

La clave de esta enseñanza está en el aprendizaje con talleres y seminarios y con una evaluación continua. Esto permite que el estudiante "no se juegue la nota en un examen final o en dos exámenes, sino que van haciendo pruebas mes a mes prácticamente". De este modo, hay un control sobre lo aprendido por los estudiantes y que los conocimientos perduren.

Excelencia en todos los ámbitos para formar médicos - Foto: Rueda Villaverde

Este sistema de grupos reducidos permite, por ejemplo, que las asignaturas básicas, las denominadas preclínicas, que se imparten en primero y segundo del grado, se desarrollen de forma colaborativa y con "un seguimiento personalizado" en espacios como la sala de disección para anatomía o el laboratorio para bioquímica. Mientras, de tercero a sexto cuando la docencia pasa al hospital con las asignaturas clínicas, se sigue un modelo mixto en el que tras una semana de clases magistrales, sigue una segunda de prácticas en un ambiente controlado, con elementos de simulación y concluyendo con el trabajo en la consulta. "Luego en el hospital hay seminarios donde se profundiza en el razonamiento clínico", para profundizar en los conocimientos aportados en las clases magistrales. En sexto cuando llegan al 'rotatorio', 16 semanas de prácticas, todos los estudiantes pasan por todo los servicios y que les aporta "un conocimiento muy completo de cómo es el trabajo en el hospital".

La docencia con prácticas va más allá del día a día y, por ejemplo, el Ecoes, un examen práctico en el que se evalúan competencias clínicas y que todos los alumnos deben superar en sexto, se realiza desde tercero, con contenidos adaptados a cada curso y que sirve como preparación para la del último año y para aplicar a casos clínicos lo aprendido durante el curso. Se trata de una muestra más de la excelencia en la preparación de los estudiantes y que, como el resto de elementos formativos, son casi únicos, no ocurre igual en otras facultades de España.

El método práctico de enseñanza no concluye aquí, sino que sigue con la posibilidad de que hagan prácticas de verano desde segundo a los hospitales. Es un método que permite que "cuando llegan a urgencias el primer año de la residencia saben cómo tienen que moverse por un hospital"

Excelencia en todos los ámbitos para formar médicos - Foto: Rueda Villaverde

La decana recuerda que este modelo es fruto de esa idea de ofrecer grupos reducidos planteado por la UCLM y también a la buena relación que existe con el Sescam y que facilita el desarrollo del modelo docente en sus centros sanitarios.

El modelo docente surgido hace más de una década funciona. "Los resultados del MIR todos los años han sido muy buenos, gracias a la práctica muy individualizada y la evaluación continua" que ha demostrado un buen rendimiento.

Más allá de la educación, hay una excelencia en otros ámbitos como la investigación, donde la facultad de Medicina desarrolla varios proyectos de ámbito nacional y con financiación procedente de instituciones europeas, además de colaborar con otras facultades de la universidad regional en el desarrollo de estudios de la salud o de técnicas aplicadas.

Ballesteros y su equipo recuerdan que el papel de la facultad tiene implicaciones en la sociedad y una muestra es el reciente premio concedido por el Patronato de Personas con Discapacidad a la facultad por su labor de apoyo y divulgación. "Tenemos las puertas abiertas a todas las asociaciones que siempre encuentran un apoyo en la facultad", señala Ballesteros, quien recuerda otros aportes a la sociedad como la semana del cerebro, el trabajo con los colegios o las charlas sobre ámbitos de la salud que organizan los propios estudiantes.