El Ministerio le quita al Tajo la prealerta por sequía

C.S.Rubio
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. Apenas dos meses después de la implantación de la nueva barimetría en Entrepeñas y Buendía, con la que se ha 'borrado' en lodo acumulado en su fondo, La Confederación levanta la situación de excepción sobre el río

El Ministerio le quita al Tajo la prealerta por sequía

El Tajo comienza el año con agua suficiente. O al menos así lo considera su Confederación Hidrográfica, que ha decidido este mes de enero levantar la situación de prealerta existente hasta el momento tanto en la cabecera del río, que se ubica entre las provincias de Cuenca de Guadalajara, como en la cuenca del Alberche, en Toledo.

Los indicadores de sequía y de escasez de agua en el Tajo en enero, publicados por la Confederación Hidrográfica este fin de semana, avanzan que Entrepeñas y Buendía disponen de unas reservas efectivas de agua de 624 hectómetros cúbicos para todo este mes.

El Ministerio le quita al Tajo la prealerta por sequíaEl Ministerio le quita al Tajo la prealerta por sequíaUn cifra a la que ya se le habría descontado los 38 hectómetros cúbicos del último trasvase aprobado, y con la que se confirmaría que los pantanos de cabecera del Tajo-Segura se mantienen, aunque por la mínima, en el llamado ‘nivel 2’. Además de permitir volver a pintar de verde esta zona en el mapa de alerta por sequía, como se ha visto en los citados informes, al confirmarse que se ha superado por segundo mes consecutivo en este ‘nivel de normalidad’ en el agua embalsada.

Cabe recordar aquí que este ‘nivel 2’ implica la vuelta a la normalidad de los pantanos de cabecera del Tajo -de los que se alimenta el trasvase- y, con ello, la derivación automática al Segura de hasta 38 hectómetros cúbicos cada mes, según reza en el Memorándum del Tajo-Segura firmado en 2014 por el PP.

¿Dónde está el lodo? No obstante, estas cuentas de la Confederación Hidrográfica del Tajo no terminan de convencer a los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía. Según denuncia la asociación que los agrupa, parece mucha casualidad que el fin de la situación de prealerta por sequía en el río, coincida con la entrada en vigor de la nueva barimetaría para determinar el volumen de existencias de agua efectivas en estos embalses.

Como ya advirtieron los municipios ribereños a finales de año, la entrada en vigor de este nuevo sistema ha ‘borrado’ de la ecuación para calcular el agua que realmente acumulan los pantanos un importante porcentaje de lo que hasta ahora se consideraban lodos, elevando por tanto el volumen de agua presuntamente embalsada. Una situación que provocó que, de golpe, Entrepeñas y Buendía sumarán 12 hectómetros más de agua de una semana a otra el pasado diciembre. Y es que, no hay que perder de vista que hasta este momento se calculaba que en torno a un 10% del ‘vaso’ de los embalses se correspondía con el barro y los sedimentos acumulados en su fondo.

Desde la Asociación de Municipios Ribereños se ironiza con que éste es el «único caso mundial de embalses que tienen mayor capacidad con el paso de los años» y preguntan a la Confederación Hidrográfica del Tajo «¿dónde están los sedimentos y lodos acumulados en los últimos 60 años?».

Vuelta a la situación de 2014. Un dato a favor de esta tesis de los municipios ribereños, es que habría que remontarse al año 2014 para volver a encontrar la cabecera del Tajo en una situación de «normalidad». De estos 36 meses, «23 los ha pasado el río en situación de alerta y 4 en situación de emergencia, alerta y prealerta», siendo «especialmente dura» la etapa vivida entre enero y marzo del año pasado, con unos pantanos a menos del 10% de su capacidad. A su juicio, en estos dos últimos meses no ha llovido tanto como para revertir esta complicada situación.