Un hombre de 57 años y con un largo historial delictivo (múltiples antecedentes penales) se enfrenta a 18 años y seis meses de cárcel por un delito continuado de agresión sexual (violación), otro de revelación de secretos (grabar vídeos de índole sexual y amenazar con ellos ), un tercero de quebrantamiento de medida cautelar y uno más por conducción temeraria.
La Fiscalía de Ciudad Real ha dado traslado a la Audiencia Provincial de Ciudad Real del sumario y del auto en el que solicita apertura de juicio oral.
Según el relato de la Fiscalía, el encausado, de iniciales R. R. T. comenzó en julio de 2018 a convivir con su pareja en Tomelloso y después en Puertollano. La mujer tenía tres hijas de 7, 11 y 23 años, fruto de una relación anterior.
Durante la convivencia, de algo menos de un año, la mujer fue víctima de una situación de "control y dominio" por parte del acusado, lo que motivó que ella acabara poniendo fin a la relación. Él no aceptó la ruptura. Le puso un cuchillo en el cuello, llegando a agredirla brutalmente, según recoge el escrito de acusación del fiscal delegado de Violencia de Género, Jesús Gil.
La mujer interpuso una denuncia el 17 de junio del año pasado ante la Guardia Civil de Tomelloso por maltrato físico familiar y habitual y amenazas. La causa llegó al Juzgado y se acordaron medidas cautelares que prohibían al acusado acercarse a la víctima y comunicarse con ella por cualquier medio. También se dictó una orden de búsqueda y detención del encausado. El 28 de septiembre del año pasado fue detenido. Pero mientras era localizado y arretado, siendo "perfecto conocedor" del procedimiento judicial abierto, mantuvo contacto físico y verbal con la denunciante, primero en la casa de acogida de Tomelloso, donde fue trasladada tras la denuncia inicial, y después en Cáceres, donde fue conducida tras encontrarla el acusado.
Pese a ello, la llamó varias veces para tratar de que volviera con él y renuadara la relación, cosa que conseguió a últimos de julio de 2019 cuando la denunciante regresó a Ciudad Real. Retomaron la relación, a pesar de la orden de alejamiento.
La denunciante tuvo dos encuentros de naturaleza sexual con el acusado el 31 de julio y el 1 de agosto en hostales de Alcaraz y Munera (Albacete). El hombre, sin consentimiento de la mujer, grabó al menos nueve vídeos con imágenes de contenido sexual, la relación que mantuvo con él. Cuando ella le dijo que quería dejarlo, le envió varios de estos vídeos al tiempo que la amenazaba con enviárselos a sus hijas si no matenía relaciones con él. Se los mandaría "para que vieran la madre que tenía", le dijo, según recoge el escrito de acusación. De este modo, quebrantando la voluntad de la mujer, logró que accediera a tener relaciones con él tras amenazarla con mostrar a sus hijas los vídeos. En septiembre de 2019, el encausado se presentó en el lugar del trabajo y, ante la situación generada y la crisis de ansiedad que sufrió la mujer, sus compañeros llamaron a la Policía
El hombre huyó a bordo de su furgoneta, siendo perseguido por varios coches patrullas. Durante la persecusión se saltó semáforos, señales stop y ceda al paso, poniendo en peligro al resto de conductores y viandantes.Finalmente, los policías consiguieron cortarle el paso atravesando un vehículo policial y detenerle.