El Virgen de la Cabeza de Valdepeñas vivirá este sábado (19 horas) uno de los mejores partidos de la temporada. El Viña Albali, en un gran momento de juego y con los ánimos por las nubes después de encadenar un empate con Movistar Inter, la victoria frente al Cartagena y la consecución del Trofeo Diputación, intentará plantar cara a uno de los tres grandes de la competición, vigente subcampeón de Liga y con el que ya la pasada temporada lograba sumar un meritorio empate (3-3).

En aquel partido fue baja en las filas murcianas Álex García por lesión. Situación que se repetirá este sábado, ahora con el alicantino formando parte del conjunto valdepeñero. Aunque estará obligado a verlo desde la grada, sin duda será un día muy especial para él ya que enfrente estará el club al que pertenece y desde el que llegaba a Valdepeñas en calidad de cedido. «El año pasado tenía muchas ganas de jugar en Valdepeñas por medirme a mi hermano y por la afición que tiene, y esta vez también tenía la fecha marcada por enfrentarme a mi exequipo y poder reivindicarme, pero no va a poder ser; me da mucha pena», se lamentaba el alicantino, que admite tener en ElPozo a muy buenos amigos.

El pívot asume que ElPozo es favorito para este partido, pero le da muchas opciones al Viña Albali. «Desde la máxima humildad, podemos competir con cualquiera. Tenemos que hacer un partido perfecto y que ellos se equivoquen. Hay que aprovechar que ellos vienen de jugar Champions y contra Inter -ayer-. Podemos ganarles», afirma Álex García, que ve a su equipo disputando la Copa de España, apartando de sus pensamientos el primario objetivo de mantener la categoría: «La salvación ya no es un objetivo real».

Álex García destaca el «papelón» que están firmando sus compañeros, «dejándose el alma» para que no se noten las lesiones que han afectado al equipo, como la suya o la de su hermano Manu.

lenta recuperación. Álex García fue operado el 22 octubre de una grave lesión en su rodilla derecha, sufrida en el primer partido liguero en Jaén. La rotura del ligamento cruzado anterior le condenaba a pasar por el quirófano y a una larga recuperación de unos seis meses de los que ya ha cumplido uno y que, según sus cálculos, no le permitirá jugar ya esta campaña, aunque le gustaría equivocarse: «Me muero por volver a jugar. Lo estoy pasando muy mal viendo los partidos en la grada, aunque el equipo me está haciendo disfrutar. Tengo claro que esta temporada ya no voy a jugar y lo que quiero es recuperarme bien para el año que viene».