Arroyo llegaba al Villarrubia en febrero, pero en los 18 partidos que ha disputado con la camiseta blanquiazul ya ha se ha ganado un lugar de honor en la memoria del club. No en vano, el centrocampista madrileño firmaba un auténtico golazo desde 30 metros que ponía el 2-0 el pasado domingo en el partido de ida de la segunda eliminatoria del play off de ascenso a Segunda B ante el Bergantiños. «Tiré con el alma», reconoce Arroyo, que añade que «no suelo golpear desde tanta distancia». Era su quinto gol con la elástica azulona, un tanto clave que puede servir para superar la eliminatoria que se decidirá este domingo en As Eiroas a partir de las 19 horas, con arbitraje de Frey Domínguez, del Colegio de Castilla y León.

El centrocampista asume que «vamos con un buen resultado, pero sabemos que no está cerrada la eliminatoria», por lo que «vamos a plantear el choque como si fuera a partido único, como una final». Y es que, lejos de intentar conservar la ventaja, el Villarrubia hará ‘tabula rasa’, aunque «sin salir a lo loco. Tenemos que salir como siempre hemos hecho, demostrando que competimos bien». 

El equipo se desplazará el viernes hacia tierras gallegas y el sábado entrenará en un campo coruñés, aún sin confirmar, de césped natural para aclimatarse al escenario donde disputará el choque de vuelta. Sobre la afición, Arroyo señala que «estamos muy agradecidos al pueblo por todo el apoyo que no están dando, y les animamos a que nos den el último empujón».