La futura Ley de Vivienda puede poner a prueba el pacto de gobierno entre el PSOE y Cs en el Ayuntamiento de Ciudad Real, ya que, según se ha avanzado, establecerá la posibilidad de que los ayuntamientos apliquen un recargo de hasta el 150 por ciento en el recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a las viviendas vacías. Se trata de una cuestión en la que las posturas de PSOE y Cs están enfrentadas y, de hecho, la formación naranja ha criticado que se trata de una concesión de Pedro Sánchez «al populismo» de Unidas Podemos. 

En Ciudad Real, donde gobiernan PSOE y Cs desde el año 2019, apuestan por no concretar cuál será su postura sobre ese incremento del IBI, sino que esperarán a que se defina esta normativa. Será entonces cuando «nos sentaremos para verlo, evaluarlo y tomar una decisión como equipo de Gobierno», afirmó a este diario la portavoz del equipo de Gobierno municipal, Mariana Boadella, quien agregó que «no será una cuestión de partido, sino de equipo de Gobierno». 

La pretensión es alcanzar un acuerdo sobre una cuestión espinosa, ya que implicaría un incremento de la presión fiscal de los vecinos, una cuestión en la que Cs siempre se ha mostrado contrario mientras que el PSOE la defendió estando en la oposición, si bien tampoco la hizo efectiva en la pasada legislatura a pesar de gobernar con el apoyo de Ganemos. 

Boadella explicó que, de momento, se sigue el camino marcado en el acuerdo de investidura, de manera que en el pasado Pleno municipal se aprobó una rebaja del tipo impositivo del IBI de una centésima para 2022, para situarlo en 0,79, y de otra más para 2023, hasta el 0,78. «Actuamos en el tipo impositivo del IBI, que estaba históricamente alto y lo vamos bajando», recordó. 

De hecho, PSOE y Cs también han incrementado las bonificaciones a las familias numerosas, rebajado el coeficiente para vehículos comerciales y eliminado los tipos diferenciados, que gravaban a los propietarios de grandes superficies y que eran otras de las cuestiones que se recogieron en dicho pacto. No obstante, en el pacto hay otros puntos más relativos a este impuesto. En concreto, contempla que «para promover la llegada de empresas, se bonificará el IBI para nuevas instalaciones de empresas tecnológicas y de investigación» y que se bonificará el IBI para viviendas en alquiler con renta limitada.

La nueva Ley de Vivienda puede abrir el melón de un nuevo debate, en este caso, el de las viviendas vacías, una propuesta que ya ha generado controversia en otros ayuntamientos. En el de Burgos, por ejemplo, el alcalde socialista no descarta aplicarlo, mientras que sus socios de Cs establecieron una línea roja en la subida del IBI. Además, las comunidades en las que gobierna el PP también han avanzado que no la aplicarán. En Ciudad Real, indican que «lo estudiaremos, lo discutiremos y nos pondremos de acuerdo como hemos hecho estos dos años».