El Seprona investiga 33 incendios y a 13 personas

Pilar Muñoz
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La labor de los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ha sido especialmente intensa durante el periodo estival por el aumento de incendios

El Seprona investiga 33 incendios y 13 detenidos - Foto: RUEDA VILLAVERDE

La tarea de los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil en el ámbito de los incendios forestales ha sido especialmente intensa durante el periodo estival. La pluviometría escasa registrada en 2018 hizo que apenas se contabilizaran incendios. Este año, en cambio, las lluvias de primavera facilitaron la proliferación de arbustos y maleza que prenden fácilmente y contribuyen a la rápida propagación de las llamas.

Este factor ha motivado un aumento de los incendios forestales a lo largo de los meses del pasado verano y, como consecuencia, un número mayor de intervenciones de los guardias civiles del Seprona destacados en Ciudad Real. En concreto han sido 33 los registrados, pero hay que tener en cuenta que los de menos de una hectárea de extensión se consideran conatos y, aunque los agentes acudan, «no se consideran intervenciones», aclara en declaraciones a La Tribuna el teniente Óscar Fernández, responsable de la unidad.

Los 33 incendios forestales están siendo investigados para esclarecer las causas. De momento hay 13 personas investigadas por estos hechos y dos detenidas.  

Según las primeras averiguaciones, la mitad de los 33 incendios registrados son por causas desconocidas y en el resto la mano del hombre está detrás en su mayoría, bien por imprudencias, negligencias. Solo en un par de casos se ha detectado  dolo, es decir, voluntad de quemar el monte. El teniente Fernández recuerda que uno de ellos se declaró en el término de Almadén y otro en la zona de los Montes, en Retuerta del Bullaque. 

En este contexto, indica que uno de los incendios importantes se originó en la zona de Viso el Marqués y todo apunta a que fue intencionado porque había varios focos de ignición y porque las primeras pesquisas señalan que alguien lo provocó, que «ha querido quemar el monte».

También hubo una actuación «muy importante» en Puertollano y se detuvo a una persona gracias a la colaboración de los agentes del Seprona, que localizaron el punto de inicio del fuego y  a la persona que presuntamente había originado el incendio. Se pudo detener  a esta persona en  colaboración con Policía Nacional, destaca el teniente jefe del Seprona.

De piromános y rencillas. En este punto de la entrevista, el oficial de la Guardia Civil adscrito al Seprona deja claro que en la provincia de Ciudad Real por fortuna  «no hay pirómanos, gente que vaya incendiando los montes,  pero sí ha habido fuegos originados de forma voluntaria. ¿Por qué? La mayoría de las veces por rencillas entre vecinos y también por algún asunto de denuncias por la caza o hechos de similar naturaleza.

De hecho, estas causa están detrás de los incendios intencionados que ha habido. 

Por ahora, hay trece personas investigadas en lo que va de año por incendios, la mayoría por imprudencia grave, por quemas de rastrojos y otros elementos en temporada alta. «No tienes autorización para estas quemas a menos de 400 metros de la masa forestal sin haberlo comunicado o realizan estas prácticas en días con mucho viento... Estas y otras cuestiones llevan a imputar a estas personas  por imprudencias graves», señala el teniente Fernández.

Aparte de las trece personas investigadas, hay dos detenidos por su presunta relación con incendios forestales declarados este año en la provincia de Ciudad Real. 

Al hilo de ello, recuerda otro incendio importante que se originó  en Cabañeros y que está bajo investigación. «Fue a principios de verano», pero se dio la bendita casualidad de que estaban haciendo un simulacro los servicios de extinción y se pudo controlar y apagar rápidamente, recuerda el jefe del Seprona. 

A pesar de ello, el fuego quemó unas ocho hectáreas de vegetación de ribera en el entorno del arroyo del Brezoso, según los datos aportados entonces por el servicio de prevención y extinción de incendios forestales infocam, quienes añadieron que nadie se explicaba cómo pudo originarse.Se abrió una investigación para esclarecer las causas y lo que está claro es que el fuego se propaga a la velocidad del rayo en la mayoría de las ocasiones, cuando el viento y el calor se conjuran contra la naturaleza. El fuego se declaró mientras se practicaba un simulacro, se actuó rápidamente y a pesar de ellos unas ocho hectáreas fueron pasto de llamas.

Combatir el fuego. La mejor forma de prevenir un incendio es evitar riesgos, asegura el oficial. Asegura que los incendios se apagan en invierno, realizando tareas de limpieza y control. 

El Seprona también pide a los ciudadanos que cumplan las normas para evitar los incendios y les recuerda la importancia de abstenerse de realizar cualquier tipo de quema, sobre todo en temporada de riesgo alto. En el resto del año   ha de realizarse una «limpieza eficiente en el monte y actuaciones lógicas», subraya para, a renglón seguido, llamar al sentido común. De este modo, «se evitarían casi todos los incendios. Si tenemos maquinaria agrícola ha de estar en perfectas condiciones», remarca.

Recuerda que hay trabajos agrícolas que están causando problemas. En este contexto y, a modo de ejemplo, cita el caso de quienes   tienen autorización para limpiar  una zona de pinos, deja que se esté quemando, se va, no lo controla y se declara un incendio como ocurrió entre Almadén o Fuencaliente. «Se dejó que se quemara, se creía que estaba controlado y se fue. Eso se va combustiendo y al poco tiempo tenemos un incendio. La riqueza medioambiental de la provincia de Ciudad Real va mucho más allá del privilegio que supone ser el único territorio español que cuenta con dos parques nacionales (Las Tablas y Cabañeros) y uno natural (Lagunas de Ruidera), ya que más del 40% de su extensión es superficie forestal: las zonas arboladas ocupan más de 630.000 hectáreas y las áreas de matorral y pastizales rondan las 230.000, de tal forma que la superficie forestal total supera las 860.000 hectáreas.

De ahí la importancia del trabajo que realizan los agentes de la Guardia Civil del Seprona de Ciudad Real, una labor que queda de manifiesto tanto en el control y vigilancia para prevenir como en la investigación.