El Caserío Ciudad Real volvió a ofrecer una lección de autoridad. El conjunto amarillo se impuso por 26-28 en la complicada pista del Montequinto sevillano y ya es segundo en la clasificación, aprovechando también el tropiezo del Pinto en la pista del Bahía de Almería. 

Precisamente, los de Santi Urdiales reciben en la próxima jornada al Maracena, su último verdugo, de tal forma que los ciudadrealeños acumulan ya catorce jornadas sin conocer la derrota. Una impresionante trayectoria que permite ser muy optimista con un equipo que continúa creciendo y que sacó adelante con mucho trabajo su complicada visita al Montequinto. Tras unos primeros compases de igualdad, con pequeñas alternativas en el marcador, un parcial de 0-3 permitió al Caserío marcharse con ventaja al descanso (13-15).

Tras la reanudación, otro parcial de 0-3 a favor de los manchegos abrió la primera brecha importante (13-18, m. 33). A partir de ese momento los ciudadrealeños lograron ir administrando su renta, aunque el Montequinto llegó a ponerse a dos (18-20, m. 39). Entonces, el Caserío apeló a un juego ofensivo muy coral, con aportación de muchos jugadores para terminar llevándose la victoria.

En el apartado ofensivo el más destacado fue Pau Ferré, último refuerzo de los ciudadrealeños, y cuya aportación fue clave con ocho tantos.

Por su parte, el BM Bolaños cedió en su visita al Ikasa Madrid (25-22), otro rival de la zona alta y que sentenció el duelo en el tramo final. Los de Carlos Yuste completaron un magnífico inicio de partido, llegando a ir ganando hasta por cinco goles, pero los madrileños le dieron la vuelta al marcador tras el descanso. Juli Granados, con seis tantos, y Brahim Mohamed, con cinco, fueron los máximos realizadores del equipo bolañego. 

En la próxima jornada el Caserío recibe al Maracena en otro duelo clave para definir la fase de ascenso, mientras que el Bolaños jugará en casa frente al Montequinto.