Nazario Martín afirma que la nanociencia ha existido siempre

Diego Farto
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El catedrático de Química Orgánica de la Universidad Complutense explica las inesperadas cualidades de los materiales cuando se reducen a una milmillonésima parte de un metro

Nazario Martín afirma que la nanociencia ha existido siempre - Foto: Rueda Villaverde

El catedrático de Química Orgánica de la Universidad Complutense de Madrid Nazario Martín León comenta que la nanociencia «ha existido siempre, pero no sabíamos que estaba ahí». De esta forma, el conferenciante con el que ayer se inició en el Convento de La Merced el ciclo ‘Ciencia para todos’, organizado por la Asociación de Amigos del Museo de Ciudad Real, se refería a misterios del pasado que están empezando a encontrar respuesta en el presente, como la extraordinaria dureza de las espadas otomanas, cuyo acero se forjaba con una mezcla específica de carbón.

En una conversación con La Tribuna antes de iniciar la conferencia ‘Nanociencia, la importancia de lo pequeño’ el profesor de la Complutense precisó que el prefijo ‘nano’ «significa que es la milmillonésima parte del metro», unas dimensiones «más pequeñas que el grosor de un cabello». Aunque detalló que lo importante realmente «es que cuando la materia la tenemos a un tamaño nanométrico aparecen propiedades nuevas que pueden abrir escenarios a nuevos materiales y a nuevas aplicaciones».

Un ejemplo de esto es la aparición de nuevos materiales textiles, como los que están apareciendo en el campo de los deportes que permiten una mayor absorción de la humedad o reducen los impactos.

En cuanto a ese cambio de propiedades, Martín menciona el caso del oro, pues en función del tamaño de la partícula, su color será diferente, «el tamaño es el que define propiedades físico-químicas, prodiades ópticas o electrónicas», basta para ello con pensar en los ordenadores actuales funcionan con microchips muchos de cuyos componentes entran ya en el campo de la nanociencia.

Con todo, el futuro está en unas dimensiones aún más pequeñas, puesto que en la nanociencia «estamos llegando ya al límite de crear materiales pequeños», pero la alternativa ya está a la vista; «estamos empezando a trabajar directamente con moléculas y átomos», observa Martín, quien detalla: «La nanociencia nos permite manipular la materia átomo a átomo y molécula a molécula, algo que nunca se había podido hacer», con lo que esta vía abre posibilidades insospechadas en el camino de encontrar soluciones a numerosos problemas y dar forma a nuevos materiales. Paradójicamente, el trabajo con nanomateriales no se realiza con pequeñas ‘nanoherramientas’, sino grandes y sofisticadas máquinas de laboratorio que finalizan en un diminuta cabeza de corte extemadamente precisa, en la que es posible observar con total nitidez.