Sinuosa elegancia

Anta Martínez
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La soberbia exquisitez de Menchén Tomàs y Felipe Varela contrastó el sábado con la valentía y la originalidad de prendas más informales y sport

Lola Muñoz se estrenó con ropa sport y de diario, pero se matuvo fiel a los volúmenes que tanto le apasionan - Foto: Ví­ctor Fernández Molina

Es la noche del glamour, la elegancia y la distinción. La noche en la que el arte y la cultura se ponen los tacones para desfilar por una pasarela muy singular que reúne a los mejores y punteros diseñadores del momento. Desde la inspiración que se plasma en los bocetos hasta el first view se acumulan muchísimas horas de trabajo y de falta de sueño y estrés.

Pero el resultado merece la pena. Al menos, lo que en la noche del sábado se vio sobre la pasarela de la sexta edición de Ab Fashion Albacete, donde la creatividad, la calidad de los tejidos y la excelente confección de las prendas demostraron por qué los diseñadores participantes están considerados entre los mejores del momento.

Con un auditorio con las mil localidades ocupadas, Lola Muñoz apareció sobre el escenario con un look de su colección Origen para recordar que la moda es «diseño, arte y cultura», además de «negocio, comercio y empresa», un sector «estratégicamente clave» que produce un importante retorno económico al país.

La diseñadora cordobesa Beatriz Peñalver volvió a demostrar su originalidad.La diseñadora cordobesa Beatriz Peñalver volvió a demostrar su originalidad. - Foto: Ví­ctor Fernández Molina

La increíble y indomable Malne con su Amazing Grace que recupera las hombreras bien marcadas para que desborde la pagoda, célebre seña de identidad de Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, presentes en el desfile, abrió un Ab Fashion que dio paso a  la gastronomía italiana que sirvió de musa a Juan Vidal, para jugar con la relación de la moda y los menús de las pizzerías, una idea que le ha permitido estrenar una divertida y aventurera colección.

El diseñador fetiche de la Reina Letizia, Felipe Varela, también se estrenó en esta pasarela y no defraudó con la elegancia de cada una de sus prendas, creadas con una tremenda exquisitez y buen gusto.

La novedad de este año. El estilo más refinado y más increíble vino de la mano de la firma catalana Menchén Tomàs, que aportó mucho glamour al desfile con la colección GIA cargada de prendas impresionantemente elegantes  y únicas, muy bien entendidas para una mujer valiente y provocadora. No defraudó la siempre interesante propuesta de la cordobesa Beatriz Peñalver, una diseñadora muy pegada a la calle que ofrece prendas para el día a día que no pierden la elegancia ni la originalidad, como tampoco lo hizo el alcarreño Juan Carlos Pajares, mucho más arriesgado e inédito ante esa apuesta por los materiales tecnológicos y los colores fluorescentes.

Un arriesgado vestido en verde flúor de Juan Carlos Pajares.Un arriesgado vestido en verde flúor de Juan Carlos Pajares. - Foto: Ví­ctor Fernández Molina

Los abrigos en piel de Gilles Ricart transportó al público al circo de principios del siglo XX, más concretamente a la familia Fratellini que actuaban bajo la carpa con una indumentaria muy osada y casi grotesca.

La última en aparecer en escena fue, precisamente, la diseñadora Lola Muñoz con la puesta de largo de su tercera colección, Origen, en la que ha seguido fiel a su pasión por los volúmenes y se ha atrevido con una línea sport más divertida y enfocada a cualquier día de la semana y a cualquier momento más informal, prendas con mucho diseño y mucho color, con las que Lola Muñoz ha recordado su niñez y ha rendido homenaje a todas aquellas personas que a lo largo de su vida la han apoyado para llegar donde han llegado.

Felipe Varela se estrenó en Ab Fashion con una colección que no defraudó, propia de una reina.
Felipe Varela se estrenó en Ab Fashion con una colección que no defraudó, propia de una reina. - Foto: Víctor Fernández Molina

El desfile de la influencer guardaba una inesperada, como sorprendete, despedida: tras el carrusel de las modelos vestidas de Origen, en el escenario en el que tocaban en directo el grupo Normal, empezaron a aparecer una modelos muy particulares: 26 clientas de Lola Muñoz que lucieron prendas diseñadas por ella misma, una forma de demostrar que la alta costura puede adaptarse a todo tipo de mujer.