En un acto celebrado en el claustro del Convento de Santo Domingo, al aire libre, con aforo limitado y marcado por la situación sanitaria, el 1 de mayo Villanueva de los Infantes celebraba su tradicional Pregón de las Cruces.
La velada comenzaba con la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad a Antonio Morales Gómez, Jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil 030. El Concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Peinado, destacaba “la altura moral y el compromiso con la sociedad del homenajeado, una actitud que se ha acrecentado con la crisis del COVID19 durante la cual su participación y aportación ha sido fundamental para cubrir los servicios esenciales de muchas personas vulnerables”.
Antonio Morales recibía de manos de la alcaldesa, Carmen María Montalbán, la Medalla de Oro de la Ciudad. Su intervención comenzaba con un minuto de silencio por las víctimas de la pandemia. Morales confesaba que “jamás imaginé vivir lo vivido durante la pandemia” y recalcaba su compromiso con las personas más necesitadas, animando a “quienes dispongan de tiempo libre a hacerse voluntarios”. Un año después, Protección Civil sigue colaborando con diversas intervenciones, especialmente con la vacunación de las personas mayores y dependientes. En el acto estuvo acompañado de numerosos compañeros de la Agrupación Local, así como de las Agrupaciones de Cózar, Montiel y Ruidera.
A continuación, la Concejala de Festejos, Ana Belén Rodríguez Gallego, hacía entrega de un reconocimiento a la autora del cartel anunciador de las Cruces 2021, Alba Ortega. Seguidamente, presentaba al pregonero de este año, Gonzalo Fernández de Sevilla Jiménez. Licenciado en Historia por la Universidad de Castilla-La Mancha, “a este infanteño le inculcaron desde la infancia la devoción a la Santa Cruz y se empapó de la historia y tradiciones de nuestro pueblo, diseñando y montando diferentes Cruces de Mayo”, señalaba. Posteriormente, la Concejala de Festejos le hacía entrega de una placa de agradecimiento.
En su alocución, el pregonero habló de la reliquia por excelencia del Cristianismo, la Vera Cruz, así como de aquellos elementos y lugares relacionados con la vida terrenal de Cristo que siempre han sido objeto de devoción, como la Cruz, que se convierte en sinónimo de nuestra carga vital.
Gonzalo Fernández de Sevilla hizo un recorrido por la religiosidad popular a raíz del dilatado proceso de conversión de judíos y moriscos que tuvo lugar en España entre los siglos XV y XVII. Un fenómeno histórico que dejó su impronta en la exaltación de la Cruz de Mayo y que es el germen de las numerosas ermitas, oratorios y cruces ubicadas en la salida de los caminos, de las que se conservan muchas en Infantes.
También sentenció que “para que una tradición consiga vencer el paso de los años debe latir en el cuerpo social que la sustenta. Debe evolucionar, pero manteniéndose fiel al contenido, a su esencia. Y es responsabilidad de las generaciones actuales de infanteños, entregar el testigo de esta fiesta a las más jóvenes”.
La última en intervenir fue la alcaldesa, Carmen María Montalbán, quien destacó que “la Fiesta de las Cruces y los Mayos, de Interés Turístico Regional, es poder empaparse de una gran parte de nuestra historia, especialmente en este año de conmemoración del VI Centenario, aquella historia que surge y se construye día a día a través de sus costumbres”. Felicitando a su vez a Antonio Morales por “esa medalla tan merecida”, y al pregonero por “su pasión por nuestras tradiciones y su admiración y devoción por la Santa Cruz”.
El Pregón de las Cruces terminaba como es habitual con la Asociación Cruz de Santiago cantando el mayo a los protagonistas e interpretando algunas piezas de su repertorio por la rondalla y el cuerpo de baile. La gala fue presentada por Paula Segundo Chaparro y amenizada musicalmente por Elena Ortega.