Un manzanareño que viajaba desde Madrid en avión a Lanzarote, su lugar de residencia, ha sido sometido a aislamiento esta tarde nada más llegar al aeropuerto César Manrique de la isla canaria, tras haber dado positivo por coronavirus. 

El juez Antonio Barba, titular del Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Ciudad Real, dictaba un auto acordando el aislamiento obligatorio de este hombre de iniciales A. L-P. H. con el fin de evitar el contagio a terceros, ratificando judicialmente la resolución administrativa adoptada. Según el auto del juez Antonio Barba, al que ha tenido acceso La Tribuna, esta persona infectada por el virus SARS-CoV-2, tras haber sido informada de la necesidad de mantenerse en aislamiento durante el periodo infectivo como medida sanitaria para evitar la transmisión a otras personas, no aceptó voluntariamente el cumplimiento de esta recomendación e incluso se informó por un familiar que se había marchado a Canarias. 

Así las cosas, el juez ha ratificado la resolución dictada por Sanidad tras tener conocimiento de los hechos. 

Da positivo un residente en Ciudad Real que volaba en aviónEl protocolo de prevención se activaba en pleno vuelo después de que las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha comunicaran que esta persona había dado positivo por COVID-19. El pasajero había viajado a Manzanares, su lugar de nacimiento,  para visitar a su madre, la cual estaba ingresaba en el centro hospitalario de la localidad al encontrarse en la fase terminal de un cáncer. Posteriormente se le diagnosticaba que estaba infectada por SARS-CoV-2 y fallecía el pasado 23 de mayo. El hijo, que no tuvo contacto con su madre, sí que se sometía a la prueba PCR por haber estado con familiares sospechosos de portar el virus y a los que también se les realizaba pruebas. No obstante, antes de esperar el resultado decidía regresar hoy a Lanzarote. 

Desde la Consejería de Sanidad de Canarias se informaba que una hermana del pasajero sí pudo contactar con él y le informó del positivo. El propio pasajero hizo saber al piloto del avión su diagnóstico, por lo que éste dio instrucciones para que lo sentaran en los asientos de cola, dejando los espacios libres que le fue posible desalojar en esos momentos. Las trece personas que han sido sometidas a aislamiento al llegar a Lanzarote son los viajeros que ocupaban las dos filas anteriores a la suya, los más cercanos a él y a otro pasajero con el que había estado hablando durante unos quince minutos en el aeropuerto.

Más fotos: