Los 41 incendios registrados han dañado 595 hectáreas

Manuela Lillo
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La campaña de lucha contra incendios de este año ha sido «normal» y los efectivos que estaban dedicados a la extinción han pasado a desarrollar tareas de prevención

Incendio en la Dehesa Boyal de Puertollano - Foto: Tomás Fernández de Moya

Cada verano se despliega un potente dispositivo de efectivos y medios en la provincia que tienen como objetivo plantar batalla a los incendios forestales para tratar de atajar con celeridad las dramáticas consecuencias que tienen para el medio natural. Dicha campaña se desarrolla del 1 de junio al 30 de septiembre, si bien las elevadas temperaturas que se registraron a lo largo del mes de octubre y la falta de precipitaciones de forma generalizada mantuvieron en alerta dicho dispositivo durante gran parte del mes de octubre.

En concreto, hasta el pasado 31 de octubre se registraron en la provincia un total de 110 siniestros, de los cuales 41 de ellos fueron incendios y el resto (69) conatos, ya que afectaron a una superficie inferior a una hectárea. De este modo, ha sido una campaña «normal», ya que si bien el número de siniestros por fuego ha aumentado, la superficie forestal afectada se ha logrado mantener por debajo de las 600 hectáreas, según informaron a este diario fuentes del Plan Infocam. En concreto, a lo largo del pasado año 2018 se registraron 76 siniestros por fuego y 561,91 hectáreas fueron pasto de las llamas.

Calor hasta octubre. Las condiciones meteorológicas hicieron que a primeros de octubre se ampliase la prohibición de las quemas en el campo porque se mantenía elevado el riesgo de incendios. Esa orden se publicó con fecha de 4 de octubre, mientras que veinte días después, el 24 de octubre, se levantó dicha prohibición de quemas, si bien a día de hoy se mantienen las recomendaciones para tener especial cuidado en el desarrollo de dichas quemas, en muchos casos motivadas por la realización de trabajos agrícolas.

Desde el pasado 1 de octubre, al finalizar el periodo de riesgo alto de incendios, la mayoría de los trabajadores que había destinados a la extinción de incendios pasaron a realizar tareas de prevención, consistentes principalmente en la limpieza de los montes o la realización de cortafuegos, actuaciones que se desarrollan hasta el mes de mayo y que facilitan posteriormente las tareas de extinción de incendios.

Un ejemplo de ello se vivió en el incendio que se registró el día 4 de octubre en Horcajo de los Montes, donde las llamas se toparon con uno de los cortafuegos que se habían realizado en la zona, facilitando así su extinción. El fuego afectó a 4,75 hectáreas, según dichas fuentes, que matizaron que dichos cortafuegos se llevan a cabo en «puntos estratégicos» y que la limpieza de la vegetación del monte también ayuda a poner freno a los incendios que se pueden registrar.