La luz y los carburantes tiran de la cesta de la compra de los ciudadrealeños a los que, sin embargo, las subidas salariales pactadas este 2021 entre sindicatos y patronal no sirven para mitigar ese repunte. La brecha, de hecho, es la más amplia desde que el Instituto de Estadística de Castilla-La Mancha mide los resultados de las mesas de negociación y el encarecimiento del coste de la vida, desde hace casi diez años. Hasta agosto, el IPC crecía 4,1 puntos en el último año y hasta agosto los convenios acordados mejoraban los salarios el 1,79%.
El resultado de la ecuación lo exponen los sindicatos: el trabajador está perdiendo poder adquisitivo y si cada vez puede comprar menos, la economía se paraliza. La líder de UGT en la provincia, Alfonsi Álvarez, explica que el problema se remonta al momento en el que en las mesas de negociación se eliminó la cláusula que vinculaba la revisión salarial a la evolución del IPC. «Con la crisis anterior, la de 2009, las patronales pidieron eliminar de los convenios la cláusula que revisaba los salarios en función del IPC. Se acordaba una subida de medio punto o un punto, más el IPC». Esa decisión, con unos precios que no variaban o que eran directamente negativos permitía que el trabajador «no lo notara, pero ahora, cuando sube el IPC se pierde poder adquisitivo», explica la ugetista.
La propuesta que lanza la parte sindical y que llevará a las mesas es recuperar esas cláusulas. «No puede ser que la subida de precios del IPC sea superior a la subida salarial de los trabajadores», insiste Álvarez. En CCOO, su secretario provincial de Empleo y Formación, Pedro Muñoz, califica como una «necesidad» adaptar las subidas salariales a las subidas de precios y destaca el efecto arrastre que el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) puede tener con los convenios «y mejorar las condiciones de los trabajadores» a los que la cesta de la compra se les encarece mes a mes... y lo que queda por venir. Hasta este octavo mes del año, el IPC ya rebasa las estimaciones que tiene el Gobierno para el conjunto de 2021 en un buen número de productos. Si en diciembre, Moncloa preveía que el IPC se iba a incrementar el 0,9 por ciento, los alimentos, las bebidas alcohólicas, el calzado, los muebles, comedores, los seguros, y, claro, la electricidad, saltan ya por encima de esa barrera en Ciudad Real.
En total, las mesas de negociación establecidas este año han servido para modificar las condiciones laborales de más de 54.000 empleados de la provincia que trabajan en casi 10.900 empresas. La variación salarial acordada en 25 pactos llega al 1,79 por ciento, siendo el 1,8 en los convenios sectoriales, y del 1,25 en los de empresa.
Y eso que aquí la situación de esa negociación colectiva es mejor que en el resto del país. Hasta tres décimas mejoran los resultados de las conversaciones entre patronal y sindicatos en España y en la región solo las provincias de Cuenca y Toledo alcanzan un incremento salarial pactado en la negociación de sus convenios por encima de los dos puntos.
De cara a la recta final del último trimestre del año, Muñoz explica que quedan aún varios convenios abiertos, como el de pastelería, vinícolas, el transporte de mercancías o la atención sociosanitaria a domicilio y que el año que viene se sumarán otros ocho más que espera «acelerar» de cara a poder cerrar acuerdos antes del verano.