Valdemanco del Esteras contra Poblete. El más viejo contra el más joven. La provincia no sólo pierde población, 31.142 habitantes en los últimos siete años, sino que además padece un alarmante proceso de envejecimiento que se ve agravado en los pequeños núcleos de población. La media edad alcanza los 43 años, de acuerdo a la Estadística del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE), con especial incidencia en las poblaciones de menos de 101 habitantes, con una media de 60,34 años.

El contraste es tan evidente que la población de 0 a 4 años ha descendido en 6.087 menores desde 2012, mientras que el grupo de edad de 55 a 59 años ha sido el que más ha crecido, con 9.230 residentes más en los últimos siete años.

Valdemanco del Esteras es el núcleo donde la diferencia es más extrema: el 53,4% de su población tiene más de 65 años mientras que sólo el 5,6% tiene menos de 18 años. En este particular contraste también se encuentran Navas de Estena (48,3% de población mayor de 65 años), Fuenllana (46,5%) e Hinojosas de Calatrava (44,5%). Entre el 40 y el 35% se encuentran Mestanza, Villanueva de San Carlos, Navalpino, Fontanarejo, Anchuras, Alamillo, Puebla del Príncipe, San Lorenzo de Calatrava, Cabezarrubias del Puerto, Arroba de los Montes, Solana del Pino, Santa Cruz de los Cañamos y Cañada de Calatrava. Estas 17 poblaciones apenas suman 6.236 personas censadas dentro de los 499.100 habitantes de la provincia.

Colocadas en el mapa, el efecto no deja lugar a dudas: están alejadas de grandes núcleos urbanos, pequeños núcleos de población que en encuentran en tierra de frontera con otras provincias.

La despoblación es un fenómeno sangrante que no cesa, una cicatriz siempre abierta. En conjunto, han perdido 3.004 habitantes en los últimos 20 años. Los indicadores demográficos del Instituto Nacional de Estadística (INE) no dejan lugar a dudas: un fenómeno lento, pero implacable.

En el lado contrario, las únicas once poblaciones de la provincia que tienen un saldo positivo, es decir, que cuentan con más población menor de 18 años que mayores de 65, son, por este orden, Poblete, Miguelturra, Pozuelo de Calatrava, Herencia, Tomelloso, Alcázar de San Juan, Valdepeñas, Ciudad Real, La Solana, Almagro y Bolaños de Calatrava.

El 26,2% de la población de Poblete, 646 personas, tiene menos de 18 años y cuenta con una edad media de 35 años. No muy lejos se encuentran Miguelturra (22,9%), Pozuelo de Calatrava (20,7%) y Herencia (20,7%), mientras que el porcentaje se rebaja a menos del 2% en Valdepeñas, Ciudad Real, La Solana, Almagro y Bolaños.

La ubicación de las poblaciones con mayor porcentaje se concentran cerca de la capital, que actúa en este sentido como una dinámica positiva en su área de influencia. El acceso de familias jóvenes a viviendas de menor coste y las buenas comunicaciones con la capital ayudan a un fenómeno que concentra las mayores posibilidades laborales y el mayor número de servicios públicos y sociales.

La media de edad en la provincia es de 43,87 años. De los 42,53 años de las poblaciones superiores a los 50.000 habitantes se sube gradualmente hasta los 60,34 de los núcleos de menos de 101 habitantes. Valdemanco del Esteras es la población con mayor porcentaje de población con más de 65 años (53,4%) y cuenta con una media de edad de 60,1 años, pero Navas de Estena es la que tiene mayor edad media: 63,1 años. Son las dos únicas localidades de la provincia que superan los 60 años de media de edad, pero entre los 50 y 60 hay un total de 30 localidades de las 101 que hay en la provincia.

En el lado contrario se sitúan Poblete (35 años de edad media), Miguelturra (37,3) y Pozuelo de Calatrava (39), que son las únicas que bajan de los 40 años. Le siguen Tomelloso (40), Herencia (40), Bolaños (41) y La Solana (41).

UNIVERSIDAD. El profesor del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Facultad de Letras de Ciudad Real Ángel Raúl Ruiz Pulpón subraya que «cuando el tamaño de la población es menor la tasa de envejecimiento es superior», una situación que se agudiza en los pequeños núcleos de «menores de 200 habitantes, con una tasa de envejecimiento del 41%», mientras que en «en las ciudades entre 20.000 y 50.000 habitantes baja al 18».

Coautor junto a Francisco Ruiz González del Estudio sobre el proceso de despoblación en la provincia de Ciudad Real, patrocinado por la Diputación Provincial, Ruiz Pulpón señala que «contamos con toda una franja meridional y noroccidental con crecimientos negativos». El profesor añade que el envejecimiento «es un fenómeno global independientemente del tamaño de la población, aunque se evidencie más en pequeños núcleos», asociado al incremento de la esperanza de vida y a las mejores condiciones de vida que permiten que se evidencian en la eficiencia demográfica, es decir la relación entre la longevidad y la fecundidad.

Íntimamente asociado, la despoblación es «un fenómeno que atañe a la España interior y que revertirlo es bastante complicado». Por ello, Ruiz Pulpón subraya que lo importante es asegurar y mejorar todos los servicios públicos en estos núcleos, favorecer la calidad de vida.