Juan Antonio ‘Chiki’ Pérez (6-11-1988. Carrión de Calatrava) conquistó este sábado en Torrevieja (Alicante) el título de campeón de España de 10.000 metros, con una marca de 27:59.45 que le acerca a los Juegos Olímpicos de Tokio a través del sistema de puntuación del World Athletics, toda vez que la marca mínima (27:28.00) parece inalcanzable para atletas no africanos. 

El fondista del equipo Cárnicas Serrano fue el gran dominador de la prueba, mostrando su ambición y teniendo que correr gran parte de la misma en solitario. Es la segunda vez que sube a lo más alto del podio en esta prueba (2017 y 2021) y también le permitirá participar en la Copa de Europa de Birmingham (Inglaterra) el 5 de junio, competición en la que acumula tres segundos puestos y donde espera certificar su clasificación para los Juegos.

«Al final salió lo que buscaba y para lo que me llevaba preparando mucho tiempo, que era ganar y hacerlo con buena marca», repasa el manchego, que en este año 2021 también fue medallista de bronce en el Nacional de Cross y mínima continental en los 3.000 metros en pista cubierta. Antes había brillado en Media Maratón y había intentado lograr la mínima olímpica en maratón, pero una lesión le obligó a abandonar en Valencia y eso le hizo centrarse en la campaña de cross y de pista.

Desde enero acumula una media de 140 kilómetros semanales de entrenamientos, en escenarios diferentes, como la altitud de la localidad turolense de Bronchales, Zaragoza, Ciudad Real o el buen tiempo de Valencia.

Los 27.59 son, curiosamente, su mejor marca en 10.000 metros tanto en ruta como en pista. «Estoy mostrando mi mejor versión y buena parte de culpa de ello es de mi entrenador, José Luis Mareca, que consigue que rindamos a tope en distintas distancias», repasa.

En el Campeonato de España supo aprovechar su oportunidad y volvió a demostrar su carácter y valentía: «Tienes que creértelo», resume. «Cuando empecé en el atletismo siendo un niño nunca pensé que podía llegar a unos Juegos Olímpicos», y ahora está muy cerca de poder conseguirlo. Incluso su hermana María José también tiene grandes opciones de lograrlo en la prueba de 3.000 obstáculos por el sistema de puntos. Es tal su fe en llegar los Juegos Olímpicos, que bautizaron hace tres años a una de sus mascotas con el nombre de Tokio.

Lamenta la escasez de apoyos, pues por ejemplo, no recibe una beca de la Federación Española desde 2019, de ahí que se muestre muy agradecido a su equipo «porque gracias a ellos estamos aquí. Sin carreras no hay ingresos y con la pandemia ha sido muy duro», reflexiona, y todo ello a pesar de la notable mejoría del fondo español en las últimas campañas.

A sus 32 años, admite que ha madurado y que en parte sí ha cambiado su forma de correr, «quizá ya no sea tan impulsivo como antes. Ahora me gusta ir delante, pero siempre guardando un poco».

Sobre el futuro, tiene claro que el siguiente paso será el maratón «hasta que el cuerpo aguante», y más allá de su retirada le gustaría seguir vinculado al atletismo para transmitir a los más jóvenes todo lo que él ha aprendido.

En este sentido, se acuerda de los cuatro entrenadores de su carrera, José Luis Pérez Ayala, Luis Miguel Landa, Antonio Serrano y José Luis Mareca. «De todos aprendí mucho», recuerda, en una combinación de aprendizaje de conocimientos que le han llevado a estar «en mi mejor momento», dejando atrás también un calvario de lesiones que le dejaron sin competir durante casi cuatro años en dos etapas distintas de su carrera. Todo aquello ha quedado atrás y ‘Chiki’ tiene ahora más cerca que nunca su sueño olímpico.