Trabajando para el futuro en Socuéllamos

Eduardo Gómez
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El Club Voleibol Kiele cuenta en su estructura con un centenar de jugadoras de categorías inferiores, que tienen como gran referencia a la plantilla que milita en la Superliga Femenina

Trabajando para el futuro en Socuéllamos

El voleibol tiene en Socuéllamos un lugar privilegiado dentro del deporte femenino. Tomando el testigo del mítico Roycan, que alcanzó la máxima categoría hace dos décadas, el Club Voleibol Kiele ha relanzado la práctica de este deporte en un pequeño municipio que ya puede presumir de pertenecer al selecto grupo de doce equipos que integran la Superliga Femenina. 

Pero la entidad socuellamina es mucho más que su primer equipo, que evidentemente es la referencia de todas las categorías inferiores. Así, el club socuellamino cuenta en su estructura con un conjunto sénior masculino y ocho equipos femeninos (un juvenil, un cadete, dos infantiles y cuatro alevines). 

En cifras globales, un centenar de jugadores y una decena de técnicos, entre ellos jugadoras de la primera plantilla, que trabajan duro cada día para conseguir que el voleibol de Socuéllamos sea un referente.

A la espera del inicio del grueso de competiciones escolares, ya han entrado en acción los equipos cadete e infantil que participan en las ligas regionales y que están dirigidos por Sara Charco. En estas competiciones también representan a la provincia los equipos de Miguelturra, Tomelloso y Salesianos Puertollano.

CRECimiento. Pablo Alarcón es el responsable de las categorías inferiores de la entidad, y a la vez técnico ayudante del conjunto de Superliga Femenina. Partiendo de la base de que la primera plantilla es el gran referente del club, el preparador socuellamino recuerda la importancia de «cuidar la base. Con mucho trabajo estamos creciendo y se puede decir que hablar en Socuéllamos de deporte femenino es hacerlo de voleibol».

Los equipos se entrenan un mínimo de tres horas semanales y en función de las edades y la exigencia de la categoría este número se incrementa. 

Así, el pabellón Gran Gaby se convierte cada tarde en un auténtico hervidero de jugadoras para las que el voleibol es su auténtica pasión. «Socuéllamos es un pueblo pequeño y no puedes compararte con otras canteras, pero es un gustazo ver el pabellón con tantas niñas jugando al voleibol», recuerda Pablo Alarcón, que considera fundamental las actividades que está llevando a cabo el club para promocionar este deporte.

Así, desde hace tres años las jugadoras han impartido charlas por todos los centros escolares del municipio, una forma de ‘enganchar’ a las alumnas y que provoca anécdotas, como mujeres que en su día pertenecieron al Roycan y cuyas hijas ahora lo son también de las categorías inferiores del Kiele.

Entretanto, Socuéllamos disfruta de un momento dulce en este deporte, que tantas alegrías dio en un pasado no tan lejano, colocando al municipio en el mapa deportivo español y que ahora reverdece viejos laureles, pero asentando también unas bases de futuro, donde la formación integral de las niñas está muy por encima de los resultados.