Tras pasar 50 días de confinamiento, los deportistas profesionales, poco a poco van pudiendo retomar la normalidad en los entrenamientos, aunque con la incertidumbre de saber realmente cuándo van a volver a competir. Los atletas internacionales Paula Sevilla, María José Pérez y Juan Antonio ‘Chiki’ Pérez, y los ciclistas profesionales Isaac Cantón y Vicente García de Mateos cuentan su experiencia en estas primeras jornadas. 

La velocista internacional Paula Sevilla, campeona de España de 100 y 200 metros lisos, está viviendo todo este estado de alarma en su localidad natal, La Solana, en compañía de su familia. La atleta del Playas de Castellón confiesa que esperó hasta el lunes para realizar su primer entrenamiento al aire libre y que, de alguna manera, intenta seguir con la planificación general que tenía marcada antes del parón. «Salgo a la calle lunes, miércoles y viernes porque esos días me toca series, y todo el trabajo de gimnasio, que son los martes y jueves, lo hago en mi casa».

Lo que no faltaron fueron los nervios ese 4 de mayo, marcado en su calendario como la fecha del inicio de un paso hacia la normalidad. En su caso no se ha visto envuelta en malentendidos como otros atletas que viven en grandes ciudades y, aunque está considerada como Deportista de Alto Nivel (DAN) respeta las franjas horarias como una ciudadana más.

Los hermanos María José y Juan Antonio 'Chiki' Pérez, antes de iniciar un entrenamiento esta semana. - Foto: LT«El principal problema para mí es la incertidumbre de cuándo vamos a poder volver a competir. Nos lo estamos tomando como una pretemporada, donde lo primero es fortalecer y rodar un poco». 

El escenario de sus entrenamientos están siendo los caminos cercanos a su casa y, de momento, no ha recibido ninguna notificación para regresar al Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid. Mentalmente asegura haber llevado bien todo el periodo de confinamiento y, en ese sentido, agradece a su familia el apoyo y los ánimos que está recibiendo.

EN CARRIÓN. Los hermanos Juan Antonio ‘Chiki’ y María José Pérez comienzan a ver la luz al final del túnel. Casi 50 días después de estar confinados en su casa en Carrión, pudieron salir a dar sus primeras zancadas al aire libre.

«Me dolían mucho las piernas. No es lo mismo correr por caminos que hacerlo en una cinta. El primer día después de salir a correr no podía ni bajar escaleras. Tenía más agujetas que cuando corrí el maratón», recuerda ‘Chiki’. 

Isaac Cantón, ciclista del equipo Burgos-BH. - Foto: LT«Todo este tiempo se me ha hecho muy largo. Cada vez me apetecía menos estar en casa, soy una persona nerviosa, inquieta y me gusta estar de aquí para allá. Al final ya estaba un poco estresado», admite el atleta del Cárnicas Serrano.

En estos primeros días, su hermana María José indica que «las sensaciones fueron malísimas, no me podía ni poner los calcetines de las agujetas que tenía», admite.

Al vivir los dos en una localidad de menos de 5.000 habitantes no están sometidos a todas las restricciones de las franjas horarias, aunque intentan salir a horas donde no hace mucho calor.

Vicente García de Mateos, corredor del conjunto portugués Aviludo-Louletano. - Foto: LTEl carrionero fue uno de los más reivindicativos a través de las redes sociales, pidiendo que los deportistas profesionales gozasen de mayores libertades para poder realizar su trabajo, es decir, entrenar. 

«Creo que se podía haber hecho mucho antes. Igual que volvieron a la actividad muchos trabajos que no eran esenciales, no entendía por qué nosotros no podíamos si tomábamos las medidas de seguridad correspondientes. Tampoco somos tantos los deportistas de alto nivel», explica.

En estos primeros días quiere retomar las sensaciones. «No merece la pena machacarse demasiado. No se sabe aún cuándo se van a retomar las competiciones, así que hay tiempo para prepararse».

En sus mejores previsiones está retornar a primeros de octubre en los 10 Kilómetros de Laredo, en esta localidad cántabra. Además, conserva esperanzas de que se pueda disputar el Mundial de Media Maratón, la Media Maratón de Valencia y el Maratón de Valencia ya en diciembre, donde intentaría el asalto a la mínima olímpica. 

‘Mariajo’, que está entrenada por el solanero Antonio Serrano, asegura que el confinamiento se le ha hecho largo por no poder entrenar, pero que a la vez ha sido productivo ya que ha podido, por ejemplo, centrarse mucho en las asignaturas que tiene pendientes de quinto y sexto de Medicina.

«Estos primeros días vamos despacio, se trata de ir adaptándonos», recuerda la manchega, que tras conocer que se cancelaba el Campeonato de Europa al Aire Libre de París da por perdida prácticamente toda la campaña de pista al aire libre. «Para mí es casi como si hubiese acabado la temporada. Ahora no estoy en forma y tampoco me apetece correr pruebas para hacerlo mal».

Junto a ellos está estos días el piragüista asturiano Pedro Vázquez, que también ha aprovechado para tener una primera toma de contacto con su piragua en el embalse de El Vicario. 

DEL RODILLO A LA CARRETERA. Isaac Cantón (Burgos-BH) y Vicente García de Mateos (Louletano) son los dos ciclistas profesionales que residen en la provincia y desde el anterior sábado pudieron volver a rodar por las carreteras cercanas a su municipio natal, Argamasilla de Alba.

Para Isaac Cantón, que el viernes conoció la invitación de su equipo para disputar la Vuelta a España, el primer día de rodaje «fue una sensación extraña, casi no me lo podía creer. Me estaba vistiendo para irme a entrenar y estaba nervioso», repasa.

Como deportistas profesionales poseen un permiso especial que les habilita a entrenarse por toda la provincia y sin tanta restricción horaria, y de momento no han tenido ningún problema ni ningún malentendido con otros ciudadanos.

Tras estos primeros días de entrenamiento, «duelen las piernas. Han sido muchos días y la forma se pierde. El cuerpo necesita de unos días para ir adaptándose», explica Cantón, que deja claro que rodar por la carretera al aire libre no tiene nada que ver con hacer rodillo.

El ciclista del Burgos-BH ha venido realizando sesiones de 90 y 100 kilómetros, durante algo más de tres horas y se toma las cosas con calma hasta conocer cuándo podrán retomarse las competiciones.

Su ‘paisano’ Vicente García de Mateos resume de una forma muy gráfica cómo ha sido su regreso a las carreteras: «Me sentía como un niño chico en la noche de Reyes. No había ni salido el sol y yo ya estaba preparado para dar pedales».

Tras semanas interminables donde el rodillo centró toda la atención, el ciclista del conjunto portugués Louletano recuerda su primera salida como «una sensación muy buena y de libertad, pero a la vez de que tu cuerpo no era el mismo».

Sus primeras sesiones no se han prolongado más allá de cuatro horas y su motivación es que finalmente se pueda celebrar la Vuelta a Portugal, desde el 29 de julio, su gran objetivo de la temporada. «Tendríamos el tiempo justo para llegar en forma», explica.

El handicap en la preparación es su relativa libertad de movimientos, ya que a pesar de estar considerado Deportista de Alto Nivel (DAN), de momento no puede salir de la provincia «y para mí eso no es suficiente porque aquí no hay puertos». De hecho, suele concentrarse  para preparar sus grandes retos en las Sierras de Cazorla y Segura, lugares a los que de momento no puede ir. En cualquier caso, asegura que «poder entrenar al aire libre ya es un gran paso para ir volviendo a la normalidad».