En su segunda temporada de vida, el Alarcos Salesianos Fútbol Sala está luchando en el grupo por el ascenso a la Segunda División B. Tras concluir segundo de su grupo en la primera fase, accedió a la lucha por el ascenso junto a los cuatro mejores de cada grupo, que disputarán ahora una liguilla a ida y vuelta todos contra todos, con el premio de subir a Segunda B solamente para el campeón. 14 jornadas que se prolongarán hasta finales de junio y que solamente recompensarán a un equipo con el ascenso.

La igualdad es tal en esta categoría que ningún equipo ha sido capaz de ganar los dos partidos disputados, por lo que hay un triple empate en cabeza con cuatro puntos entre Albacete, Alarcos y el filial del Viña Albali Valdepeñas. 

«Verte arriba es un extra de motivación», asegura el técnico del Alarcos Salesianos, que recalca que el objetivo del equipo «es competir cada partido. Crecer como equipo e imponer un estilo de juego requiere de más tiempo y para todos es un aprendizaje continuo. Queremos disfrutar de cada encuentro, pero a la vez es un sufrimiento porque puedes ganar a cualquiera y te puede ganar cualquiera. Hay mucha igualdad  y solo con implicación y trabajo es como se va progresando».

En cualquier caso, en su segunda campaña todos los integrantes de este proyecto están «con ganas y mucha ilusión», a pesar de las dificultades que surgen por lesiones, incompatibilidades laborales o cuestiones derivadas de la pandemia. 

Este domingo visitará el Quijote Arena el Ciudad de Toledo, un partido donde los ciudadrealeños quieren dar un paso más y seguir afianzando este deporte en la capital.