Una despedida con emociones

Manuel Espadas
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Javier Laguna y Sergi Mach destacan la calidad humana y deportiva del equipo al que dicen adiós

Javier Laguna, entrenador del Vestas Alarcos. - Foto: Rueda Villaverde

El Vestas Alarcos le puso un bonito broche a la temporada con una victoria ante el potente Novás (28-25), concluyendo esta fase por el ascenso a Asobal en la séptima plaza, lejos de los dos conjuntos que han logrado el salto a la máxima categoría, Torrelavega y Antequera. Fue un partido muy especial para los componentes de la primera plantilla que no continuarán la próxima campaña, como fue el caso del entrenador, Javier Laguna, que aguantó el tipo en el banquillo durante el juego, aunque en los últimos instantes y en los momentos posteriores al final no pudo ocultar su emoción.

 

Haciendo balance del presente curso, Laguna destacó que el equipo ha competido en todos sus partidos de esta segunda fase, “pudiendo ganar a cualquiera”, con una clara trayectoria al alza. “Me voy satisfecho y con buen sabor de boca. Creo que dejo un trabajo bueno, bien hecho, con el tren situado en los raíles, con el equipo metido en el grupo de los mejores. Ahora falta hacer cuatro retoques y mirar hacia arriba”, poniendo en valor el protagonismo de los jugadores de la casa, algo que debe seguir siendo la seña de identidad del equipo en un futuro: “No podemos tener 18 jugadores de fuera, eso es insostenible, por lo que la cantera juega un papel fundamental. Yo la conozco muy bien y creo en ella. Lo que hay que hacer es ser valiente, poner a los chavales en la pista y darles la oportunidad. Hemos visto a jugadores que han evolucionado mucho, y eso me llena de orgullo”. Laguna reconocía haber pasado un momento duro al decidir despedirse del banquillo “porque creo que falta lo mejor por venir, pero lo que cuenta es la suerte del club, que está por encima de las personas, y por eso decidí no seguir”. El ya extécnico alarquista se emocionaba al referirse al grupo humano con el que ha estado trabajando durante todos estos meses: “Me quito el sombrero con mis jugadores, porque nos hemos superado muchísimas veces, por lesiones, confinamientos, partidos que se nos escapaban al final, pero ellos no paraban de luchar, de creer, y la verdad es que es un grupo fantástico”.

 

Otro de los que jugaba su último partido como alarquista fue Sergi Mach, el central catalán que se estrenará en la Liga Asobal en las filas del Cuenca. El gerundense celebró haber cerrado la temporada con una victoria en el Quijote Arena para ponerle la guinda a “un trabajo enorme durante toda la temporada, y queríamos despedir el año como se merecía, con una victoria ante nuestra gente, para ellos y para nosotros”. El ex del Bordils deja tras dos años en Ciudad Real “una familia, que me ha tratado muy bien desde el primer día. Estoy muy agradecido a todos”.

 

También vivieron su último partido con el Vestas Alarcos hombres como Carles Asensio, Álex Berbel, Lucas Grandi (Antequera) o Noelvis Robles.